Los representantes de Corea del Norte, Corea del Sur, la anfitriona China, Estados Unidos, Japón y Rusia negociarán los próximos pasos que se habrán de dar después de que Pyongyang entregara el pasado mes de junio la lista sobre sus actividades nucleares y cumpliera su compromiso de derribar la torre de refrigeración de su principal reactor nuclear.

   "Queremos avanzar hacia la consecución de resultados positivos en este reunión de jefes de delegación", declaró el portavoz del Ministerio chino de Asuntos Exteriores, Qin Gang, en la rueda de prensa en que anunció la reanudación de las negociaciones. El enviado surcoreano, Kim Sook, había anunciado lo mismo ante un grupo de periodistas antes de trasladarse a Beijing para hablar sobre este asunto.

Poe su parte, los países más ricos del mundo reunidos en el G8 anunciaron hoy su intención de trabajar conjuntamente con los 200 Estados implicados en las negociaciones de la ONU contra el cambio climático a fin de reducir las emisiones de gases con efecto invernadero a la mitad en 2050.

   El comunicado final sobre el cambio climático aprobado por el G8 en la cumbre celebrada en el norte de Japón también establece objetivos a medio plazo necesarios para conseguir los objetivos finales de 2050, pero no propone cifras concretas.

   El comunicado se centra en las conversaciones sobre el cambio climático que se llevan a cabo bajo patrocinio de la ONU para crear un nuevo marco cuando expire en 2012 el Protocolo de Kioto. Las negociaciones de la ONU concluirán en Copenhague en diciembre de 2009.

   El año pasado, el G8 --formado por Japón, Reino Unido, Canadá, Alemania, Francia, Italia, Estados Unidos y Rusia-- se limitó a llegar a un acuerdo sobre la necesidad de "considerar seriamente" el objetivo de reducir a la mitad las emisiones.

   En declaraciones a la prensa, el primer ministro japonés, Yasuo Fukuda, aseguró hoy que la base anual para conseguir el objetivo aprobado para 2050 es "el actual nivel" de emisiones. Esta opinión discpreta de la posición de la UE y de los grupos ecologistas, que consideran que la base anual debe ser la de 1990.