Las viejas carrozas del PSOE y del PP ¡al desguace!
Miguel Massanet Bosch
Es obvio que las encuestas realizadas por expertos son simples sondeos que enmarcan, como una fotografía, el sentimiento, la opinión o el pensamiento de un colectivo en un determinado momento de la vida política de un país. Cualquiera que quisiera sacar conclusiones y extrapolarlas a lo que va a suceder dentro de un año y medio estaría, seguramente, cometiendo un gravísimo error. No obstante, cuando existen situaciones que entrañan periodos largos de decepción, sin ser resueltas, cuando la trayectoria de un gobierno, que ya lleva más de seis años en el poder, ha conducido a una gran mayoría de la ciudadanía a una situación de penuria económica y de desánimo, de fatalismo y de desconfianza hacia quienes tienen la responsabilidad de dirigir los destinos de la nación; es posible que lo que se recoge en dichos sondeos o catas y, con mayor razón, cuando son varios los encuestadores que coinciden en un determinado diagnóstico; tenga bastantes posibilidades de acertar y que existan posibilidades de que lo que se desprende de la consulta sea verosímil. La demoledora encuesta realizada por el Instituto Noxa para el rotativo catalán, La Vanguardia, debiera de alarmar a la parroquia socialista y, muy especialmente, a su dirigente y mandamás, el señor Rodríguez Zapatero. Debemos reconocer la intuición y perspicacia de su esposa, la señora Sonsoles Espinosa, cuando le pidió a su marido que no se presentase más a la reelección y que dejase la política. Si algo podemos sacar en limpio del mencionado sondeo es que, una inmensa mayoría del pueblo español no está conforme con la manera con la que ZP ha gobernado al país ni con los resultados de su gestión egocéntrica y temeraria, que ha tenido consecuencias tan graves y descorazonadoras para España y los españoles.
Estoy convencido, y así lo dejé reflejado en otra ocasión, de que ha sido el propio PSOE, sus propios correligionarios quienes, ante el evidente y galopante desgaste del partido en todas las encuestas, han provocado el cambio de gobierno y la asunción, por el señor Rubalcaba, de los puestos clave, desde donde pueda intentar, a su modo y con sus técnicas, enderezar, en lo posible, la debacle que amenaza a los socialistas, si es que no logran el milagro de darle la vuelta a la tortilla, en el tiempo que les queda del mandato que les otorgaron las urnas. De hecho, resulta chocante lo poco que se prodiga el señor ZP en los medios de comunicación y el auge, quizá exagerado y desproporcionado, que ha adquirido la figura de Rubalcaba, lo que hace pensar en que, este personaje esté aspirando, aunque él lo niegue, a optar a ocupar la poltrona del actual presidente. Es evidente que, en estos momentos, las figuras que pudieran (y quisieran) ocupar el lugar del señor Zapatero y que, realmente, tuvieran la capacidad para sustituirle y la proyección política necesaria entre su electorado, no parece que esté demasiado delimitada. Aguardan, con una cierta impaciencia, personajes como la ministra del Ejército, la señora Carme Chacón; el propio presidente del Parlamento, señor Bono (aunque debiéramos reconocer que las dudas que se han suscitado, respecto al modo con el que se ha hecho con su fortuna, no le favorecen demasiado); otro posible candidato, un experto en temas de política que siempre está bien situado, el señor Blanco, es posible que tuviera grandes posibilidades, si consiguiera, algo que estaría por ver, el apoyo de los barones del PSOE. Y, aunque su figura no ha obtenido la notoriedad en toda España como la que ha conseguido en la comunidad madrileña, no se puede descartar que, en los meses que quedan para las elecciones legislativas, la figura del señor Tomás Gómez, el Secretario General del Partido Socialista en Madrid pudiera tener sus oportunidades.
Lo cierto es que, según la encuesta de Noxa, un 78% de los españoles no quieren que se vuelva a presentar ZP para la presidencia del Gobierno. Lo curioso es que, entre las propias filas socialistas, existe un 67% de los votantes que prefieren que ZP no repita candidatura y, casi un 80% que cree que las medidas tomadas por el Gobierno no serán suficientes para que superemos la crisis. Pero no perdamos de vista lo que está sucediendo con los votantes del PP, algo que venimos anunciando desde el cambio de rumbo que le imprimió el señor Rajoy a su partido y que parece ser que, hasta apenas hace unos días, no ha se decidido hablar de temas tan fundamentales, como espinosos para él, como han sido: el del aborto, el de los matrimonios gay etc., Callando, haciendo de Don Tancredo político y esperando el desgaste natural del adversario, es evidente que no ha sabido llenar de confianza a aquellos adeptos que hubiéramos querido verle, más arriesgado si se quiere, y con más ímpetu ante la desvergüenza y sectarismo de un PSOE que ha conseguido, pese a su política catastrófica, algunos de sus objetivos más señeros, como ha sido darle la vuelta a toda España en materia de ética y moral, a la vez que ha conseguido implantar leyes anticonstitucionales sin que apenas hayan tenido una contestación adecuada por parte del PP ¿miedo a perder votos, dudas?
Así pues, nos encontramos que cuando, ante una situación tan evidente de desgaste del PSOE, podemos constatar que, en la mencionada, encuesta hay un 55% de los votantes del PP y casi un 70% de los de toda España, que no están de acuerdo con que, el señor Rajoy, sea el candidato y que preferirían a otros candidatos; como pudieran ser la señora Esperanza Aguirre de la comunidad madrileña o el mismo señor Rato, quedando el ambicioso Gallardón ( el preferido de Prisa) a cierta distancia de los nominados, en cuanto a las preferencias del electorado afín al PP. Es curioso que vuelve a aparecer la figura del añorado señor Aznar que, en esta primera encuesta, logra una confortable cifra, cercana al 51%, en intención de voto entre los votantes del partido.
Si se quisiera trabajar a favor de todos los españoles, si es que, realmente, en estos momentos pretendiéramos apoyarnos en una figura de renombre mundial, si nos olvidáramos de comadreos y de tácticas políticas dentro de la dirección del partido y se quisiera poner fin a una situación de ambigüedad política, de indecisiones, de avances y retrocesos y de tolerancia con determinados comportamientos reprobables de algunos miembros destacados del partido; sin duda, se debería volver a apostar por el señor José Mª Aznar, una persona con suficientes agallas para tomar el timón del barco, apaciguar a los nacionalistas, devolver la confianza en la Constitución vigente e impedir que, la deriva a la que nos arrastran los socialistas, concluya por convertir a España en una nación quebrada que acabe , como Grecia e Irlanda, por tener que ser intervenida directamente por el ECOFIN o el FMI; sin que se sepa si, Alemania y Francia, van a cortar, como parece que están deseando hacer, la espita de las subvenciones para que, el Banco Central Europeo, deje de comprar deuda basura, como lo ha venido haciendo hasta ahora. Es posible que los rifirrafes entre los países europeos, estos que tienen lugar entre bastidores por los representantes de las cancillerías europeas, acaben por aceptar, ante las presiones de la Merkel y de su ministro, señor Weber, las medidas drásticas que buscan conseguir que, el BCE, deje de seguir comprando deuda pública de las PIIGS; algo que, sin duda, nos iba a afectar directamente dada nuestra dependencia seguir endeudándonos para atender las subvenciones del 20% de desempleo y un déficit que sigue, a pesar de lo que se nos quiere hacer cree, en los alrededores del 11%. Aznar, al frente del PP y con las encuestas favorables, podría hacer una labor magnífica para desbancar a los socialistas por lo menos para dos legislaturas. Con ello, ya habría bastante para recobrar la esperanza en un pronto resurgir de España. O así lo veo yo.