Libertad de expresión: Marginar al que disiente
Jesús Domingo Martínez. En su afán por abrir un debate artificial, el PSOE ni siquiera se ha preocupado por guardar las formas en materia de libertad de expresión. Parece que la Iglesia no tenga derecho a expresar su criterio en defensa de la dignidad de la persona y el derecho a la vida, y a utilizar los cauces propios de la democracia mediática para llegar a la opinión pública. Una vez más se pretende recluir la religión en la esfera privada, vulnerando las reglas más elementales de la participación democrática y del debate riguroso sobre los asuntos públicos.
Bajo este planteamiento partidista late una peligrosa tentación autoritaria cuyo objetivo es -una vez más- reducir al silencio o a la marginalidad a quienes se atreven a discrepar del pensamiento único y obligatorio. El proceso de aprobación de la futura ley del aborto libre ha sido una clara manifestación de lo que exponemos, han ido marginando a todo aquel que se ha atrevido a disentir. Tal vez ahora comprendamos la actuación, aunque no justifiquemos, de algunos prohombres del partido totalitario en el poder.