Jesús Asensi Vendrell

Puede que nuestro presidente Zapatero tenga muchos defectos, y aún más personas que le critican por todo, pero también hay que reconocerle una coherencia y un ímpetu sin igual para llevar a cabo aquello que se propone sin importarle para nada el qué dirán, aunque esto sea afirmado por millones de personas y cientos de miles de firmas en contra.

Y es por esto que permaneció sentado ante el paso de la bandera de los Estados Unidos en señal de protesta por la invasión de Irak, que mandó retirar las tropas españolas al día siguiente de ganar las elecciones, que paralizó la LOCE; la ley de educación del PP; a las dos semanas de prometer su cargo y sin tener preparada una ley sustitutiva; la LOE, con su Educación para la ciudadanía, llegaría dos años después; que aprobó la ley del divorcio exprés, la del aborto libre y la de la memoria revanchista, que solicitó permiso para negociar con la banda terrorista ETA, que impulsó “els estatuts” independentistas, que…

Pero va y resulta que a Zapatero le ha aparecido un enemigo inesperado, inimaginable cuando llegó al poder en el 2004, que se llama crisis económica; la otra crisis, la moral, ha sido amplificada por sus medidas “progresistas”; y que ha tumbado su intención de perpetuarse en el poder durante unos cuantos años más.

Pero va y resulta que los socialistas están la mar de tranquilos, y no porque piensen que alcanzarán de nuevo la presidencia con alguno de sus posibles candidatos; Rubalcaba, Chacón o Bono; sino porque son sabedores de que “lo hecho, hecho está” y que sólo una cosa cambiará con la llegada de Rajoy a la presidencia; saldremos de la crisis económica; ya que el resto de leyes y medidas realizadas aprobadas con el rodillo socialista permanecerán en el tiempo, pues al presidente del Partido Popular sí que le importa el qué dirán y no moverá un dedo si unas decenas de “progresistas” le montan una manifestación, le mandan algún mail o le ponen verde en todos los medios de comunicación que controlan y dirigen con una coherencia similar a la esgrimida por nuestro presidente en funciones, el señor Rodríguez Zapatero.