MIguel Massanet Bosch.
“Descuidamos las cosas que tenemos ante nuestros ojos y abandonamos las que tenemos más próximas para ir en pos de las menos accesibles” Plinio el Joven.
La flaca memoria de algunos o la amnesia voluntaria pueden hacer estragos en aquellos que pretenden que, el resto de la ciudadanía se sienta aquejada por la misma enfermedad y, en consecuencia, se les pueda dar gato por liebre impunemente. Es cierto que los que tenemos algunos años estamos vacunados contra este tipo de agresiones y los que hace tiempo que vamos siguiendo la política de este país, tenemos la facultad de ver venir a estos marrulleros de la izquierda antes de que ellos den el primer paso.
Así es como, cuando el señor Rubalcaba, uno de los miembros destacados del gobierno del señor Rodríguez Zapatero durante las dos últimas legislaturas en las que gobernó el PSOE; se sale por peteneras, pone su cara de Rasputín redomado e intenta, con toda su cara dura, hacernos olvidar de que, si estamos donde estamos, si España se ha visto obligada a asumir un déficit público insostenible que, en el 2011, superó el 9% del PIB y en el mes de agosto de aquel año estuvimos a un tris de tener que ser rescatados por la UE y si, el PP, ha tenido que hacer juegos malabares para conseguir inspirar confianza a los inversores foráneos, que ya nos habían condenado al ostracismo; sin duda alguna, es al señor Rodríguez Zapatero a quien se lo debemos; lanzando diatribas en contra del actual Gobierno, sentimos que las tripas se nos revuelven y renegamos de que pueda haber un insensato que, después de lo que nos han hecho pasar a los españoles los líderes incompetentes del PSOE, tenga la desvergüenza de pretender erigirse en un salvador de la patria cuando está completamente desacreditado en toda España..
Hubo un tiempo en que existía la creencia generalizada de que, dentro del PSOE, quien partía el bacalao era este químico calvo y con cara de pocos amigos, al que se le atribuía ser el verdadero cerebro gris de los socialistas. Bastó que el señor Rodríguez Zapatero abandonara la jefatura del gobierno y la asumiera su segundo en el mando, para que toda aquella leyenda se haya venido abajo y, hoy en día, a cualquiera que se le pregunte le responderá que aquel enfant terrible, que tanto respeto inspiraba, se ha convertido en una caricatura de sí mismo, incapaz de resucitar a su partido, dedicado a salvarse a el mismo y cuestionado, vilipendiado y temido por sus colegas del partido, que lo ven como un espectro desnortado, que no da pie con bola y que, cada día que pasa, va arrastrando a su partido hacia el abismo de las minorías; amenazado de cerca tanto por el partido de Rosa Diez como por el PC que es quien va sacando provecho de la debacle socialista.
Y es que, señores, el señor Pérez Rubalcaba ya no se preocupa por España, ya no aspira a ser relevo, en el gobierno, del PP del señor Rajoy, ni espera superar a sus enemigos internos, que ya han comenzado a enseñar sus garras en busca de un puesto en la lista sucesoria para Secretario General del partido; no, no, a don Alfredo ya le basta ir tirando unos años más ( por ello intenta retrasar todo lo que pueda la celebración de “primarias”), asegurarse una buena pensión y, si es posible, aterrizar en este tanatorio de personalidades que es el Consejo de Estado, para asegurarse una vejez de persona pudiente ya que, para el resto de españoles, gracias a sus errores y jugarretas, lo único que les ha dejado ha sido un país en ruinas en el que han proliferado los ladrones, defraudadores y sindicalistas aprovechados, que han sido los que han sacado tajada del pastel que, vean el contrasentido, se les ha negado a las clases necesitas a las que supuestamente debería haber favorecido.
Y que este señor sea quien, ahora, se permita iniciar una campaña a muerte contra el PP, el partido que le venció en las urnas, haciendo ver que él, el mismo que dejó a España hecha unos zorros, es el que tiene en sus manos la piedra filosofal que le va a permitir dar trabajo a quienes no lo tienen ( recuerden que ellos solitos dejaron más de 5 millones de parados), que tendrán medios económicos para mejorar los salarios de los funcionarios, para pagar a los parados, para relanzar la economía, para aumentar las pensiones por encima del coste de la vida, para pagar becas a estudiantes con cuatro suspensos, para mejorar las plantillas de los hospitales etc. y, todo esto sin que haya presentado un solo plan viable al pueblo español, no es más que una broma macabra y un atentado contra la inteligencia de los ciudadanos.
Un señor que es incapaz de ver lo que el PP se ha visto obligado a hacer, con sus errores y las críticas que se les puedan hacer ( los únicos que no se equivocan son los que no hacen nada), de los esfuerzos que ha debido realizar para recobrar la confianza de los inversionistas y la serie de pequeños milagros que se han visto precisados a inventar los ministros para conseguir evitar que tuviéramos que pasar por el temido rescate y que sólo piensa en hacer crítica, renegar de cualquier decisión del Ejecutivo y, en el colmo de la degradación política, intentar justificar el secesionismo catalán; no merece ni que se le escuche. Anuncia que cuando, gobiernen – ¿Quiénes don Alfredo?, ¿acaso una coalición de izquierdas? ¡Dígalo hombre, no se calle, dígalo para que toda España sepa que lo que intenta es volver a entregar a la nación en manos de los comunistas y establecer una serie de reinos de taifas en forma de una federación de estados que, en una Europa unida, no tienen cabida ni razón de ser! –, van a cambiarlo todo.
Claro que lo que acaba de anunciarnos el Secretario General del PSOE es que, cuando el PP ya no tenga mayoría y la nueva entente cordiale, émula del Tripartito catalán (aquel que fue capaz de dejar a Catalunya endeudada por una cantidad superior a los 50.000 millones de euros) o del famoso eptapartido de Baleares, presidido por la encarcelada señora Munar, que llevó al archipiélago Balear a cotas insuperables de despilfarro, clientelismo, apropiación de capitales, fraudes y, por si fuera poco dando pie a una nueva política entreguista al separatismo catalán (que ha sido, de facto, el entierro del dialecto mallorquín en favor de la lengua catalana y en contra del castellano); agrupe a todos los corpúsculos de la izquierda española, (porque la atomización del voto que se anuncia debido a los recortes que han tenido los dos partidos mayoritarios con motivo de sus luchas fraticidas, no va a dar mayorías convirtiendo al país en prácticamente ingobernable) lo que, con todo probabilidad, nos arrastrará fuera de una Europa que no querrá contagiarse de semejante locura suicida.
Si, señor Rubalcaba, usted ya lo ha dicho: se propone deshacer todo lo que ha hecho, con gran desgaste electoral, el PP, pero lo que no ha dicho es con qué dinero va usted a contar, cómo lo va a conseguir ¿acaso con más impuestos?, ¿aumentando el IRPF? ¿Cómo va a poder atender nuestros compromisos con Europa o cómo va usted a amortizar la deuda, si los inversionistas se retraen? Usted ha dicho que va a volver atrás la Reforma Laboral y aumentar el gasto en pensiones ¿se atreverá a enfrentarse con la UE que ha sido la que nos ha obligado a aplicar los recortes en los gastos laborales? Y ¿si resulta que la señora Merkel o Bruselas nos mandan a paseo y nos expulsan del euro, que hará usted para salvarnos del desastre? Claro que pudiera ser que solo se trate de verborrea para hacerles el caldo a las izquierdas más extremas y engañar al resto de ciudadanos de buena fe. Al fin y al cabo ya estamos acostumbrados a su manera de actuar y no sería la primera vez que utilizara tal artimaña. En fin, una triste historia como la del independentismo catalán, Así es como se hunde un país o, al menos, yo lo veo de este modo.