Lo que siempre tiene que recordar a las tres de la tarde
La hora de la Divina Misericordia (Vía Crucis) La hora de la misericordia es las 3 de la tarde, la hora en que murió Jesús. Santa Faustina escribió en relación a ella las siguientes palabras de Jesús en su diario:
En esta hora nada le será negado al alma que lo pida por los méritos de mi Pasión. Cuantas veces oigas el reloj dando las tres, sumérgete totalmente en mi misericordia, adorándola y glorificándola; suplica su omnipotencia para el mundo entero y especialmente para los pobres pecadores, ya que en ese momento se abrió de par en par para cada alma... en esa hora se estableció la gracia para el mundo entero: la misericordia triunfó sobre la justicia. En esa hora procura rezar el Vía Crucis, en cuanto te lo permitan los deberes; y si no puedes rezar el Vía Crucis, por lo menos entra un momento en la capilla y adora en el Santísimo Sacramento a mi Corazón que está lleno de misericordia. Y si no puedes entrar en la capilla, sumérgete en oración allí donde estés, aunque sea por un brevísimo instante. Exijo el culto a mi misericordia de cada criatura, pero primero de ti, ya que a ti te he dado a conocer este misterio de modo más profundo. Sumérgete en mi Pasión, especialmente en mi abandono en el momento de mi agonía.
De Faustina Kowalska sobre sus alocuciones con Jesús.