Los créditos y la importancia de invertir para los emprendedores
Si alguna vez hemos comenzado un nuevo negocio o proyecto de ventas, sabremos bien, que justo al principio y durante los primeros meses, todo son gastos. La mayoría de emprendedores no ven beneficios hasta después del primer año, tan solo consiguiendo igualar sus gastos, y eso si tienen buena suerte.
En una atmósfera económica como ésta, es natural que la gente busque alternativas para pasar varios meses sin ninguna clase de ingreso neto. Los préstamos y créditos hacen su aparición en la mente de muchos como un método para, de algún modo, capear la tormenta financiera que son los primeros meses. Sin embargo, no es tan sencillo como pedir un préstamo y seguir con nuestras vidas.
La realidad es que las entidades financieras ya no están otorgando créditos con la fluidez con la que los otorgaban antes del 2008, debido a la crisis que asoló el país. En su lugar, estas entidades y bancos prestan una atención excesiva a ciertas listas de impago o morosos como ASNEF o RAI, en las cuales se puede acabar fácilmente por motivos tan arcaicos como retrasarse en un pago de nuestra factura telefónica o que nos suscriban a un plan de pagos sin nuestro consentimiento.
Esto hace que muchos emprendedores se encuentren entre la espada y la pared en lo que se refiere a préstamos, dado que se puede pedir que nos saquen de estas listas, pero es un proceso lento y complicado que no siempre funciona.
Por si fuera poco, la mayoría de bancos y entidades financieras se muestran completamente inflexibles cuando se trata de otorgar préstamos a miembros de estas listas.
¿Cómo conseguir un crédito con ASNEF?
Por suerte no todas las entidades financieras se ciñen al ASNEF o al RAI, debido a que la poca credibilidad que tienen y a que el abuso de estas listas, puede significar la pérdida de clientes potenciales que realmente sí pueden pagar sus deudas. Si figuramos en alguna de estas listas, podremos contactar con estas entidades financieras para conseguir creditos con ASNEF.
Estos créditos se pueden realizar de distintas maneras, cada una teniendo sus propias ventajas y estando más enfocada a un tipo de gasto o de necesidad empresarial. Gracias a ellos tendremos la posibilidad de afrontar los pequeños gastos inesperados y pagar nuestra deuda a final de mes, siendo muy diferentes en este apartado, de los préstamos de grandes cifras que ayudaron a hundir la economía a principios de la crisis.
Por supuesto, hay que ser responsables con nuestro estatus financiero y tener en cuenta que figurar en las listas ASNEF puede ser problemático aunque tengamos acceso a esta clase de préstamos. Sin embargo, podemos hacer uso de dichos préstamos para pagar las deudas que nos hacen figurar en estos listados en primer lugar.
Las ventajas de los microcréditos
Estos créditos están pensados tanto para el emprendedor que acaba de empezar su negocio y está afrontando nuevos gastos cada día, como para aquellos cabezas de familia que se encuentran con un imprevisto que requiera de dinero. La versatilidad de estos créditos radica en su reducido tamaño, que los convierte en un gasto manejable una vez llegado el momento de pagarlos.
Como es natural, estos créditos se pueden pedir aunque figuremos en el listado de ASNEF, y tanto pedirlos como recibirlos, se puede hacer desde la comodidad de nuestro hogar con un ordenador, pues no es necesario entregar documentación.
Pueden alcanzar los 800 euros y los únicos requisitos que se piden es tener un teléfono móvil activo y al que se pueda contactar, tener una fuente de ingresos regular y haber cumplido la mayoría de edad.
Gracias a la naturaleza flexible de estos préstamos, seremos capaces de pagar facturas de la luz, evitar los impagos de la hipoteca, arreglar nuestro coche en el taller si tenemos un accidente, y en definitiva, evitar otros muchos imprevistos que pueden ponernos en un aprieto económico.