LOS CUBARAUIS
Luis de Carlos Calderón. Están de moda los neologismos. Osados periodistas o locutores poco temerosos se consideran con autoridad para idear nuevas palabras. Algunos de estos términos buscan llenar vacíos creados por nuevas realidades. La relación entre Cuba y el Sahara ha sido, en estas últimas décadas, y sigue siendo tan estrecha que tuvo que acuñarse un nuevo término: cubarauis miembros del colectivo que algunos denominan Cubarawis. Como cualquier lector puede deducir hace referencia a todos aquellos miles de saharauis que se han formados en las escuelas y universidades cubanas. Incluso hay una película que expone esta realidad fijando su atención en las mujeres que han realizado este proceso y que, lógicamente, lleva por título: Las cubarauis. Cualquier internauta puede buscar la expresión y encontrar motivos para una buena meditación.
El Frente Polisario, como tal frente Popular, nace en consonancia con muchos movimientos políticos revolucionarios de la época, algunos de ellos con carácter independentista. En los tres artículos anteriores, sobre este tema, manifestaba el mea culpa que entonamos muchos españoles por la responsabilidad de los gobiernos de la transición y de la democracia en el abandono de aquellas tierras y de aquel pueblo. Pero, en justicia y paralelamente, también debe entonar otro mea culpa el Frente Polisario que, con sus presiones y desesperaciones fomentadas por la manipulación marroquí, Marruecos entonces era falsamente partidario de la independencia del Sahara, y argelina complicó un camino que debería haberse desarrollado conforme al proyectado referéndum de autodeterminación. Fue una actuación injusta con una España, que mediatizada por un cúmulo de situaciones internas delicadas, tuvo que vérselas con unos inexpertos lideres saharauis, desobedientes a los consejos de sus mayores, que cometieron un craso error que coadyuvaría hacia el proceso que culminó en esa otra injusticia de la ocupación marroquí. Mea culpa que debe extenderse a la elección de enfocar su futuro en un contexto de extrema izquierda capitaneada por Cuba y gobiernos y partidos adláteres que, todo hay que decirlo. se va superando, en teoría, como demuestran los principios informadores de la constitución de la RASD alejados del socialismo.
En cualquier caso, lo cierto es que, en buena parte, gracias a la becas de Cuba destinadas a los niños y jóvenes saharauis el amor de la nación del Sahara a lo hispano se ha mantenido en esto últimos treinta años frente a la dejación de los gobiernos españoles y a la intención marroquí de “marroquizarla” y afrancesarla.
¿Podrán los cubarauis y el resto de saharauis continuar sacrificadamente la lucha de sus mayores en orden a la independencia de su Patria? El tiempo no juega a favor de ellos y Marruecos lo sabe retrasando cualquier decisión en una tomadura de pelo permanente a la ONU y demás organismos internacionales. Repartidos unos por el mundo para ejercer sus carreras, tentados otros por el sultán alauita que colma de prebendas a los traidores a su pueblo y les promete graciosas autonomías, lo tienen difícil. Razón por lo cual, no teniendo en cuenta viejas afrentas, el mundo hispano, sus medios, se ha de sumar a una presión permanente a los citados organismos internacionales exigiendo el cumplimiento de las decisiones adoptadas por los mismos en el reconocimiento y ejecución del derecho a la autodeterminación del Sahara.
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