Los directivos españoles reclaman más acción al Gobierno
Confidencial. Los presidentes y consejeros delegados de las grandes empresas españolas reclaman más acción en la dirección correcta por parte de los poderes públicos. La Alta Dirección considera que los esfuerzos realizados por el Gobierno son insuficientes a la hora de reducir la carga normativa que soportan las empresas, de fomentar una mano de obra cualificada o de asegurar el acceso de las compañías a los recursos naturales. Esta es una de las principales conclusiones que ofrece la segunda edición de la Encuesta de Alta Dirección en España elaborada por PricewaterhouseCoopers, a partir de entrevistas con 87 presidentes y consejeros delegados de empresas españolas- titulada 'Redefinir el éxito. Gestionar el éxito desde la incertidumbre'.
La gran mayoría de los presidentes encuestados también solicitan a las Administraciones Públicas una mayor claridad y estabilidad de la normativa tributaria como factor determinante para garantizar la seguridad jurídica y tomar decisiones de inversión adecuadas. Los presidentes y consejeros delegados encuestados también determinan las principales causas que merman la productividad de las compañías españolas, que a su juicio son la insuficiente inversión en Investigación, Desarrollo e innovación en procesos, y la rigidez de la legislación laboral vigente en la actualidad. Entre las medidas que están adoptando las empresas españolas para la mejora de la productividad, los altos ejecutivos destacan la lucha contra el absentismo, la introducción y el uso de componentes tecnológicos y sistemas de información, la puesta en marcha de programas de atracción y retención del talento, así como programas de fidelización y compromisos de los empleados.
La encuesta revela que los altos directivos españoles se muestran más pesimistas que sus homólogos a nivel internacional respecto a la evolución de la actividad económica durante este año -el 35% reconoce que piensa reducir plantilla a lo largo de este año-. De hecho, prácticamente la mitad de los altos ejecutivos encuestados afirma tener escasa confianza en sus posibilidades de crecimiento para 2009.
En cambio, son más optimistas a medio plazo: el grado de confianza de la Alta Dirección española en la recuperación económica durante los próximos tres años supera ligeramente la media global.
En este contexto desfavorable, los presidentes y consejeros delegados españoles creen que el equilibrio entre la gestión del corto plazo y la de los problemas mundiales con impacto en el éxito empresarial a largo plazo requiere de una actitud distinta de la mostrada en el pasado. La estrategia a corto plazo pasa, según los altos ejecutivos, por la prudencia en las inversiones, la cautela en el uso del capital, mantener la liquidez, y el ahorro de costes. A largo plazo dependerá de ofrecer un servicio al cliente de alta calidad, de la flexibilidad para adaptarse a los cambios y de la solidez de la marca y la reputación corporativa.