Los españoles hemos elegido
Daniel Ponce Alegre. Ante una situación realmente crítica, con las elecciones en Gran Bretaña tres días atrás, hemos elegido la estabilidad, hemos aplicado el refranero español " los experimentos con gaseosa " y hemos acudido a lo realmente importante y básico para nosotros, a nuestras raíces históricas más profundas y hemos votado conservadurismo, estabilidad y mesura.
Pero al mismo tiempo reconocemos, como parte de la naturaleza propia de todo sistema político humano, que necesitamos reformas profundas que aligeren el Estado, nos proporcionen más libertad de acción y al mismo tiempo impidan en la medida de lo posible la corrupción que es intrínseca a la naturaleza humana. Por eso hemos también votado reformista, eligiendo en algunos casos las reformas de las que habla Ciudadanos ( más cercanas a las reformas del Estado y la Administración ) o de las que habla el PSOE ( más sociales, o al menos así las denominan ellos ).
En esas sendas está la actitud que debe tomar el próximo presidente del Gobierno que, Dios mediante, será Mariano Rajoy. La actitud del PP ha de ser la de un grupo que aplique el liderazgo y la capacidad de gestión, no sólo de los recursos materiales sino también de los recursos humanos, con sabiduría y pensando en el bien general y a largo plazo, además de respetar lo que hemos elegido: la tradición histórica cristiana de España y la libertad de los ciudadanos.