Los judíos sefardíes y su legado: ¿qué nos quedó de ellos?
"Quiero decirte que estás en casa, que has regresado a casa para siempre". Con esta frase se dirigió el rey Felipe VI a los representantes de la comunidad de judíos sefardíes que, pese a ser expulsados de España en 1942, enseñaron a sus descendientes a amar la patria española. Así, tras 500 años, una nueva página en la historia se abrió en marzo de 2015. Pero, ¿qué nos trajeron los judíos? A continuación el legado que la huella judía sefardí dejó en nuestro país.
Las Sinagogas: lugar para practicar su religión
La primera evidencia de presencia judía en nuestro país viene de parte de la niña Ana Salomonula quien, con apenas un año de edad murió en Adra (Almería), tierra donde podemos encontrar su lápida. Así, pese a que la inscripción data del siglo III, algunos consideran que ya había hebreos doscientos años antes.
Esta es solo una de las muchas huellas que la comunidad judía dejó en suelo español, pues de los mil y muchos años que habitaron en la península ibérica aún se conservan algunas joyas, como las cinco sinagogas que sobrevivieron a la expulsión de 1492 y que son reconocidas por la comunidad científica. Entre las más relevantes contamos con La Sinagoga de Córdoba cuya importancia no radica en su arquitectura ni en su influencia islámica o en el arte que la caracteriza, sino en la historia que cae de sus muros. Y es que, esta joya situada en plena judería cordobesa es la única de muchas sinagogas de la ciudad que ha sobrevivido al paso del tiempo gracias a su antiguo uso como centro hospitalario que evitó su demolición. Como detalles a destacar podemos mencionar las citas sagradas que posee el templo donde se incluyen versos como el Cantar de los Cantares.
Uno de los últimos descubrimientos nos llevan a la Sinagoga del Agua en Úbeda (Jaén), donde pese a que su confirmación como tal es aún dudosa, los restos encontrados animan a afirman que nada de ello puede ser casualidad. Entre éstos se encuentran arcos, estancias tapiadas, un sótano y una pequeña piscina o mikvé que ejerce de manantial sagrado. Esta última, durante el solsticio de verano, ofrece una apertura perfecta para iluminar el agua que se ofrece como elemento indispensable en los rituales de sanación que preparaban los judíos donde se creía que con ellos se podían alcanzar elevados niveles de conciencia. ¿Más sobre sinagogas? Sí, en la Sinagoga del Corpus Christi (Segovia), la Sinagoga del Tránsito (Toledo) o la Sinagoga de Santa María la Blanca (Toledo).
La simbología sefardí
Cuando pensamos en la comunidad judía directamente viene a nuestra mente un símbolo: la estrella de David. Este símbolo sefardí por excelencia representa uno de los emblemas más característicos del pueblo hebreo. La estrella de seis puntas formada por dos triángulos entrelazados fue vista por primera vez en la tumba de un judío en el sur de Italia como mero símbolo de ornamento. Sin embargo, fue con la aparición del nazismo en 1934 que los judíos fueron forzados a llevar este símbolo cosido en la manga de su ropa.
Otro de los símbolos que más han hecho eco en todo el mundo es la mano de Jamsa. Este símbolo con forma de mano fue llamado por los judíos “la mano de Miriam” (en referencia a la hermana de Moisés y Aaron) y ha sido utilizado por la mayoría de culturas en Occidente como objeto de protección. De hecho, según la infografía de Betway Casino la mano de Jamsa es utilizada para la suerre, y forma parte de los muchos elementos utilizados para atraer la buena fortuna pues ofrece protección contra el mal de ojo resultando amuleto ideal para aquellos supersticiosos. ¿Más simbología? La encontramos en las letras hebreas, la menorá, la janukiá o la mezuzá.
Los Caminos de Sefarad
Con paradas en ciudades como Toledo, Segovia, Ávila, Hervás, Plasencia, Cáceres, Córdoba, Jaén, Barcelona, Gerona, Besalú y Tortosa; esta ruta por las calles con sangre hebrea ofrecen jornadas gastronómicas, visitas guiadas, exposiciones y festivales que introducen al visitante en la España donde convivieron judíos, musulmanes y cristianos. En ellas, cascos históricos como el de Toledo han sido declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco al encantar a quien la visita con su Museo Sefardí, la Casa del Judío o las sinagogas de Santa María la Blanca y el Tránsito.
Otras ciudades como Hervás permiten al turista perderse entre un laberinto de callejuelas que han hecho al barrio judío de la ciudad ser tan encantador como para declararse Conjunto Histórico. Por otra parte, en Besalú es posible deslumbrarse con los únicos baños judíos que podemos presenciar en España desde entonces. Además, en otras ciudades como Girona podemos encontrar el Museo de Historia de la Ciudad de Barcelona que representa una visita obligatoria para aquel que desee comprender la presencia de los judíos en España.
La Adafina: la reina de la gastronomía sefardí
La Adafina fue la protagonista de las recetas que representan a la gastronomía sefardí. Preparado con los llamados “ingredientes kosher”, es decir, legumbres, verduras, carne de ave, de cordero o huevos, este plato delicioso plato debe su nombre al vocablo árabe “dafinah” cuyo significado quiere decir: enterrado u oculto (debido a su forma de ser preparado: durante la noche y de forma lenta.) ¿Más recetas sefardíes? En el siguiente artículo.