M.A.G. El responsable de las Finanzas de la Conferencia Episcopal Española, Señor Fernández Barriocanal, acaba de hacer pública la “Memoria Anual de Actividades de la Iglesia en España en 2010 “, cuya cifras de asistencia social, ayuda a los necesitados y ahorro al Estado han puesto en evidencia los desaciertos del anticlerical líder de la oposición, Sr Rubalcaba.
Dicen que los socialistas aman tanto a los pobres que los crean por millones, y es a la Iglesia a la que luego le toca atender de verdad a esos pobres.
A continuación, y para colmo, no contentos con el desastre que han provocado esos mismos socialistas, intentan torpedear la labor benefactora de la Iglesia queriendo cobrarle el IBI. Así son el siniestro Rubalcaba y sus cómplices del puño y la rosa.
En resumen, los datos recientemente sacados a la luz por la Iglesia acerca de su actividad en el año 2010 son los siguientes:
- La Iglesia Católica atendió en España a 4.100.000 personas en el año 2010.
- Cada euro que se invierte en la Iglesia rinde cerca de 2,35 euros en su servicio equivalente en el mercado.
- Muchas parroquias han tenido que recortar en calefacción o en gasto de papel. Y muchos Obispos y sacerdotes se han bajado el sueldo para poder disponer de más dinero para poder ayudar más a los pobres.
- Un 1.400.000 alumnos se forman en centros católicos en España, lo cual supone un ahorro de 4.396 millones de euros al Estado.
- Los centros sanitarios, formativos y culturales activos de la Iglesia en España son 5.258.
- “Cáritas” destinó casi 248 millones de euros a la labor caritativa y asistencial y “Manos Unidas” 51 millones de euros.
- 2.893voluntarios católicos asistieron gratuitamente a los pobres en 2010.
- No menos importante es la asistencia de la Iglesia Católica a innumerables personas que, debido a la crisis, acuden angustiadas y desesperadas a la Iglesia a pedir ayuda para recibir palabras de consuelo, razones para seguir adelante.
- El Informe refleja también que diez millones de católicos acuden cada Domingo del año a la Santa Misa, cifra que supera al fútbol y que dobla al número de afiliados a los sindicatos.
Todos estos datos, conocidos ya por la opinión pública (y no digamos por los pobres) dejan sin argumentos al ínclito Rubalcaba y a sus ridículos ataques a la Iglesia.
Los supuestos desvelos de Alfredo por los pobres ya sólo se los pueden creer los señoritos de la” izquierda caviar “, cuyo escaso interés por el bien y la verdad contrasta con su apego al status de casta que disfrutan. Vamos, que más que creer al oscuro Rubalcaba, les interesa más bien decir que le creen.
¿Para cuándo las disculpas, Alfredo?
Quizá sería pedirle demasiado.