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Diario YA


 

Las cubiertas entran con fuerza en el mercado español y pueden llegar este año hasta las cinco millones de unidades vendidas

Los neumáticos de todas las estaciones vienen para quedarse

En una climatología cambiante como la que existe en España, uno de los principales dolores de cabeza para los conductores es el tratamiento adecuado de los neumáticos. Y es que ahora que ya se ha dejado atrás la época con los termómetros acariciando el cero son muchos los que tendrán que afrontar recambios en su vehículo para afrontar los meses calurosos del verano.

Quizá por esta razón los neumáticos de todas las estaciones no dejan de crecer en importancia. Las estadísticas lo justifican sobremanera: según los expertos, los también llamados neumáticos ‘all season’ alcanzarán las cinco millones de unidades vendidas durante el transcurso de este año, lo que representa un 2,5% del total del mercado europeo o, lo que es lo mismo, un crecimiento tres veces más grande que el que tienen los neumáticos de toda la vida.

Su evolución es espectacular si tenemos en cuenta que solamente hace dos años que se dejan ver por las carreteras. Europa, y concretamente España por sus características temporales y geográficas, se han erigido con el tiempo como un destino muy frecuente para estas cubiertas, elaboradas ya por todos los grandes fabricantes.

Ahora bien, ¿qué características tienen? Se podría decir que estas cubiertas disponen de los atributos habituales de los neumáticos invernales, pero además de suplir con garantías el uso de cadenas también son aptos para los meses en los que el asfalto se derrite. Este valor añadido dual, además, se ve reforzado por su durabilidad, puesto que cubren más kilómetros que la cubierta convencional a raíz el grosor de goma en el lado de rodadura, de nueve milímetros.

En auge en España

Muchos de los expertos pronostican que su relevancia en el territorio español no ha hecho nada más que iniciarse. Se basan, por encima de todo, en la climatología extrema que en algún momento se vive en casi todas las provincias españolas: desde las temperaturas bajo cero que alargan las frenadas hasta el sol abrasador de agosto que requiere de unas buenas cubiertas para conducir con garantías.