El Sínodo de Oriente Medio junto con la masacre de cristianos en Bagdad ha provocado que nuestra sociedad vuelva en estas Navidades a poner su mirada en aquella ensangrentada tierra. Los obispos de aquella iglesia martirial quieren seguir preservando las raíces de sus comunidades con nuestro “abono” material y espiritual.
En estos días una delegación de obispos iraquíes han visitado el Europarlamento y el Consejo de Europa, donde han podido exponer la realidad de la vida perseguida de sus comunidades.
El arzobispo de Mosul, monseñor Basile Georges Casmoussa; el vicario patriarcal caldeo de Bagdad de los sirios, monseñor Matti Shaba Matoka, y el vicario patriarcal caldeo de Bagdad, monseñor Shlemon Warduni expusieron la situación de los cristianos en el país y pidieron ayuda para construir la paz en Iraq y apoyar al Gobierno de Bagdad en esta fase. El arzobispo Casmoussa, propuso “una gran conferencia internacional, que podría celebrarse en Irak o, si esto no es posible, en el Líbano, que se dedique a la tutela de las minorías presentes en Oriente Medio”, informó la agencia SIR. El presidente del Parlamento Europeo, Jerzy Buzek, destacó la necesidad de que Iraq proteja a los cristianos y aseguró a la delegación que ha pedido a la “alta representante para la política exterior Catherine Ashton que afronte el problema como una cuestión prioritaria”.
Además, los obispos de la delegación iraquí han recibido un mensaje, suscrito por 160 eurodiputados, del grupo popular y del conservador, que se muestran “determinados a mantener relaciones con los cristianos de Oriente Medio, a no dejarles solos, a utilizar todos los medios a su disposición para defender la democracia, los derechos humanos y la libertad de religión, también para los cristianos de Oriente Medio”. Ayer repitieron su mensaje ante los estudiantes de la Universidad San Pablo CEU de Madrid, arropados por la delegación de AIN (Ayuda a la Iglesia Necesitada).