Los partidos donde se abuchee 'La Marsellesa' serán interrumpidos
Redacción Madrid. 15 de Octubre.
Los partidos de fútbol donde se lancen silbidos contra el himno nacional francés se interrumpirán inmediatamente y los miembros del Gobierno galo que se encuentren en el estadio abandonarán el recinto deportivo. Además, los encuentros amistosos con el país cuya afición abuchee 'La Marsellesa' se anularán.
La medida fue anunciada hoy por la ministra francesa de Deportes, Roselyne Bachelot, tras una reunión convocada en el Elíseo por el presidente Nicolas Sarkozy después de que ayer, durante el amistoso Francia-Túnez celebrado en el Estadio de Francia, se pitara 'La Marsellesa' en sus primeros compases.
El asunto, que ha provocado una intensa movilización gubernamental, ha provocado incluso que la ministra del Interior Michèle Alliot-Marie, haya ordenado abrir una investigación por ultraje al himno nacional, un hecho constitutivo de delito. Para ello, las autoridades se apoyarán en las imágenes del encuentro grabadas por las cámaras instaladas en el marco del dispositivo específico para los partidos considerados de alto riesgo.
El Elíseo calificó de "escandalosos" los incidentes ocurridos anoche y convocó de inmediato, además de a la ministra Bachelot, al presidente de la Federación francesa de Fútbol, Jean-Pierre Escalettes, y al secretario de Estado para el Deporte, Bernard Laporte que, añadiendo una polémica a la polémica llegó a sugerir una especie de 'deslocalización' de los encuentros y que no se juegue más en el Estado de Francia contra países del Magreb.
También la ministra cosechó críticas al apuntar que no debería jugarse con los países responsables de los abucheos a 'La Marsellesa' durante un periodo de tiempo que debería fijar la Federación francesa de fútbol.
Ayer, en el Estadio de Francia la cantante francesa de origen tunecino Lââm se disponía a entonar el himno nacional galo cuando comenzaron los pitidos, que se prolongaron durante toda la interpretación.
A pesar de la cuidadosa elección de la artista, se volvió a repetir el mismo escenario que en otros amistosos, como fue el caso del Francia-Argelia en octubre de 2001 y del Francia-Marruecos en noviembre de 2007.
El primer ministro, François Fillon, calificó lo sucedido de "insultante" y dijo que, en un caso así, tendría que haberse anulado el partido. "Es una falta de consideración, de respeto para toda una nación", subrayó Fillon, que pidió a los organizadores "buscar soluciones".
UNA ESTUPIDEZ DE IMBÉCILES
Al rosario de reacciones se sumó el ministro de Inmigración, Brice Hortefeux, quien no dudó en hablar de "un acto estúpido cometido por imbéciles" del que hay que extraer algunas lecciones recordando que "las autoridades republicanas dejarán el estadio si por casualidad esos hechos se reproducen". Pero más allá de las decisiones, a su juicio también se plantea la cuestión más amplia de los valores de la República.
"Soy ministro de Inmigración, estoy encargado de organizar los flujos migratorios, de favorecer la integración y la integración es incontestablemente compartir los valores republicanos, sobre todo la tolerancia y el respeto de los otros", remachó Hortefeux.