Los partidos navarros se tiran los trastos a la cabeza
Redacción Navarra. En la sede Parlamento de Navarra se ha conmemorado la semana pasada el trigésimo aniversario de la Ley Orgánica 13/1982 de 10 de agosto de reintegración y Amejoramiento del Régimen Foral Navarro. Y el acto central lo constituyó un pleno extraordinario de las Cortes en el que a los parlamentarios no les faltó tiempo para, olvidando todo lo que puede unirles, dejar en evidencia la división entre partidos constitucionalistas y separatistas y en el que no han faltado referencias a la situación creada tras la aparente y momentánea disposición a negociar de los terroristas de ETA.
Así, mientras que UPN, PSN y PPN destacaban el carácter paccionado de la LORAFNA de 1982 y han resaltado los beneficios que ha reportado para el desarrollo de Navarra y España, Nafarroa Bai y Bildu se empecinaban en resaltar que el equivalente al estatuto de Navarra, nunca fue sometido a referéndum, e Izquierda-Ezkerra ha apostado por la III República y la profundización en el autogobierno.
Se ve que los hijos de Sabino, que en su día perdieron sus fueros o los vendieron por un plato de lentejas se empeñan contumaz y pertinazmente en la mendacidad de equiparar la unión equeprincipal pactada hace ahora 500 años entre los reinos Navarra y Castilla para su unión dinástica, que no institucional, del primero a la Corona de Castilla, con los fueros que la generosidad de la misma Corona fue otorgando a unos territorios que nunca han constituido un estado, por mucha mendacidad que pongan ahora en prostituir o reinventar la Historia, al estilo del señor Sabino Policarpo Arana Goiri cuando fundamentaba la acidez del chacolí en el hecho de que se había agriado en las bodegas del Arca de Noé; o cuando enseñaba que el vascuence era el idioma que Adán y Eva hablaban en el Paraíso, mientras que el francés era la lengua de la serpiente…
Convendría que estos sujetos, que dicen dejar las metralletas, cambien como base previa la mentalidad que les impide reconocer que la Constitución dice en la DISPOSICIÓN ADICIONAL PRIMERA: “La Constitución ampara y respeta los derechos históricos de los territorios forales. La actualización general de dicho régimen foral se llevará a cabo, en su caso, en el marco de la Constitución y de los Estatutos de Autonomía”; mientras que, por el contrario, en su DISPOSICIÓN DEROGATORIA, establece: “1. Queda derogada la Ley 1/1977, de 4 de enero, para la Reforma Política, así como, en tanto en cuanto no estuvieran ya derogadas por la anteriormente mencionada Ley, la de Principios del Movimiento Nacional de 17 de mayo de 1958; el Fuero de los Españoles de 17 de julio de 1945; el del Trabajo de 9 de marzo de 1938; la Ley Constitutiva de las Cortes de 17 de julio de 1942; la Ley de Sucesión en la Jefatura del Estado de 26 de julio de 1947, todas ellas modificadas por la Ley Orgánica del Estado de 10 de enero de 1967 y en los mismos términos esta última y la de Referéndum Nacional de 22 de octubre de 1945. 2. En tanto en cuanto pudiera conservar alguna vigencia, se considera definitivamente derogada la Ley de 25 de octubre de 1839 en lo que pudiera afectar a las provincias de Álava, Guipúzcoa y Vizcaya. En los mismos términos se considera definitivamente derogada la Ley de 21 de julio de 1876. 3. Asimismo quedan derogadas cuantas disposiciones se opongan a lo establecido en esta Constitución.
Y por su parte los socialistas del PSN, que gobiernan Navarra en coalición con UPN ya amenazan, en vísperas de su congreso regional de abril con que el apoyo de UPN a muchas de las propuestas del Gobierno del PP hacen augurar "nuevas dificultades para la gobernación de Navarra", cuyo gobierno, con los socialistas en el Parlamento Foral y el PP en las Cortes Generales, implica un verdadero ejercicio de encaje de bolillos y doblez.
¿Pero qué se puede esperar de comunistas y socialistas? Siempre hallarán excusas, en que el Pisuerga pase por Valladolid o el Arga por Pamplona, como las hallaron en las elecciones municipales de de 1931 para dar un golpe de estado y proclamar una república, o en la revolución de Asturias de 1934 para contravenir el dictamen de las urnas de esa misma república… Todo medio vale para lograr su fin, por las buenas o por las malas, tal y como Pablo Iglesias anunció en su primer discurso en el Parlamento, el 7 de julio de 1910: “El partido al que yo represento aspira a concluir con los antagonismos sociales, a establecer la solidaridad humana, y esta aspiración lleva consigo la supresión de la Magistratura, la supresión de la Iglesia, la supresión del Ejército, y la supresión de otras Instituciones necesarias para ese régimen de insolidaridad y antagonismo […] El partido socialista viene a buscar aquí lo que de utilidad puede hallar, pero la totalidad de su ideal no está aquí; la totalidad entiende que ha de obtenerse de otro modo. Es decir, que este partido… estará en la legalidad mientras la legalidad le permita adquirir lo que necesita; fuera de la legalidad, como han estado todos los partidos, cuando ella no le permita realizar sus aspiraciones”.
Quizá convendría recordar a la izquierda y a los separatistas que la Constitución tiene un Artículo 8 de sobra conocido y denostado por ellos. Pero, dado que hablamos de la conmemoración del XXX aniversario del Amejoramiento, puede ser bastante recordar las palabras que, aunque no sepamos si lo hizo cruzando los dedos o no, pronunció, en dicho acto la presidenta de la Comunidad Foral: "A ETA y quienes la han sostenido con sus aplausos, su consentimiento o sus justificaciones, no les ha gustado nunca la realidad que este jueves conmemoramos y que el pueblo de Navarra, en ejercicio de su libertad, quiera seguir siendo lo que por decisión propia es: una Comunidad Foral con un autogobierno propio, integrada en la Nación española y en la Unión Europea".