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Diario YA


 

Una película de Russel Crowe

Los próximos tres días

Victor Alvarado

Este largometraje sirve para explicar lo que puede llegar a hacer un hombre para mantener unida a su familia (el tiene la certeza de que su mujer es inocente), rozando el heroísmo, aunque sea tomándose la justicia por su mano. Y es que para este cineasta la temática familiar ha sido reflejada en muchos de sus trabajos. Por cierto, Russell Crowe, que ya había participado con el realizador en la serie El justiciero, afirmó en la revista Fotogramas que para él había sido muy fácil representar a su personaje porque se había servido del ejemplo de sus padres, puesto que llevan 49 años casados, demostrando la importancia que tiene para ellos el compromiso matrimonial.

Por otra parte, ser el guionista de Million dollar baby (2004) y Casino Royal (2006) y haber dirigido la reflexiva En el valle de Elah (2007) sobre la Guerra de Irak, interesante porque lo que en ella se proponía era extrapolable a la realidad de la sociedad actual y al resto de conflictos a nivel mundial, no es suficiente argumento como para considerarla una película redonda, basada en Cruzando al limite (2008) del francés Fred Cavayé, a pesar de que Paul Haggis dice haberse inspirado en Lumet, Pollack o Alfred Hitchcock.

De todas formas, sería injusto no reconocer que la cinta te mantiene en tensión en gran parte del metraje, aunque una larga persecución resta credibilidad a la historia. Sin embargo, el nivel general resulta más que aceptable y se puede pasar una buena tarde en una sala de cine.

Los próximos tres días (2010) suena al típico relato de falso culpable, que el maestro del suspense hubiese bordado desde el primer minuto. En esta ocasión, un profesor universitario luchará para demostrar la inocencia de su mujer, acusada de asesinato. Lo curioso es que este hombre intentará ayudarle, aún sabiendo o intuyendo que su mujer pueda no aceptarlo

Este tema de una persona enamorada recuerda, en muchas secuencias, a las inolvidables obras de Hitchcock, que siempre ofrecían una segunda lectura porque en este thriller, la parte del suspense nos parece tan importante como la historia de amor que se presenta. Por esa razón, hemos observado ciertos toques al estilo de Vértigo, donde da la impresión de que el protagonista (Russell Crowe) vive en una realidad creada por el mismo.