Los primeros años
El bebé, de 0 a 3 años de edad
Para un gran número de especialistas, los primeros años en la vida de las personas marcarán todo el carácter posterior de desarrollo. En las primeras instancias, meses y años, cada contacto, cualquier movimiento y toda la emoción que pueda sentir un niño pequeño, termina ejerciendo una explosiva actividad eléctrica y química en el cerebro, ayudando en la organización de miles de millones de células a establecerse en redes, que se forman entre ellas con billones de sinapsis, de conexiones.
En estos primeros años, como decimos, es cuando la experiencia y la interactuación con las personas que lo rodean, más influyen sobre cómo se desarrolla el cerebro del niño. También, y en la misma medida de importancia, factores como la alimentación, la temperatura ambiente, la hidratación, la comodidad, contribuirá a este desarrollo y marcará el terreno para el éxito en la escuela y el carácter en la adolescencia y en la edad adulta.
De los factores que hemos enumerado en el párrafo anterior, tal vez al que menos importancia le damos es a la comodidad del bebé, bien porque desconocemos cuándo y con qué prendas se encuentra más a gusto. Solemos estar muy atentos a su temperatura corporal, pero no a que es lo que lo cubre y le hace sentir bien, cómodo y seguro. Pues esto es bastante importante y debes adquirir primeras marcas para tu bebé, para que no dañen la piel, no la irriten, y le produzcan sensaciones incómodas de ningún tipo. Elige correctamente la Tienda del bebé, con buenas referencias en calidades. En internet tienes http://minituyo.com/ ,donde puedes adquirir todos los complementos necesarios para la seguridad y comodidad del más pequeño de la casa.
El niño, de 3 a diez años de edad
En estos momentos de la vida de las personas, el niño se encuentra en un nivel de actividad acelerada, necesita muchas y variadas actividades que le trabajen el cuerpo y la mente, por lo que hay que ofrecerle amplitud y libertad de movimientos, dejándolos correr por el campo, sin temer sus caídas, ya que de eso su cerebro aprende y evita posteriores que pudieran ser más peligrosas.
Por esto, es importante estar atento y cuidar de los riesgos más relevantes, pero nunca sobreproteger, pues estaríamos parando un proceso natural de aprendizaje. Juega con tus hijos con objetos con los que pueda desarrollar actividades, con diferentes partes de su cuerpo, así como otros para que experimente por sí mismo. Y valora y alienta cada avance físico o psíquico que realice.
Debe alternar momentos de ejercicios y actividad física con ratos de descanso y comunicación verbal, para ejercitar ese otro apartado que es el lenguaje. Con explicaciones sencillas se han de tratar todos los temas en los que se ve relacionado, para que la acción física tenga su traducción al lenguaje hablado.
• La comunicación no debe quedar afectada por posibles problemas de pronunciación.
• La comunicación debe ser abierta, a través del dialogo mutuo.
• Buscar otros ámbitos de relación con niños, además de la escuela.
• Evitar ruidos en los momentos de comunicación, no elevar la voz.
• Participa activamente en los juegos con tu hijo, en las fiestas y donde mejor se lo pase, sin interferir en momentos de conexión con otros niños. Aprovecha las fiestas para disfrazaros juntos y crear complicidad en el ámbito de la imaginación. La diversión de un niño cuando ve a una madre disfrazada de bruja o al padre de payaso y el mismo de duende, refuerza la unión y el desarrollo dentro de la unidad familiar. Utiliza maquillaje para Halloween para pintar sus caritas mientras les cuentas historias de monstruos y vampiros para niños, que trabajen su imaginación.
• Con el juego, se pueden utilizar las nociones espaciales y temporales, para que las vaya asimilando adecuadamente. • Ayúdale a que comprenda el entorno, a que sepa discernir entre fantasía y realidad.
• Que participe en las decisiones familiares, en lo que a él le concierne. Pero no en las importantes, la idea es que active esa zona de su cerebro que le haga capaz de tomar decisiones autónomamente, sin bloqueos.
El adolescente, de 10 a 15 años.
La pubertad. Aunque su rango de edad puede variar considerablemente, la señal de su aparición se comprueba con los caracteres sexuales secundarios y termina con el final del crecimiento. A la edad de los ocho en chicas y los nueve en chicos, comienzan a darse los primeros síntomas, como son los primeros impulsos sexuales, que debido a la presión social puede ejercer cierta presión y angustia. Su intensidad es un valor completamente nuevo para el joven, provocándole una inseguridad y un desconcierto que, en muchas ocasiones, puede derivar en malos comportamientos o en actitudes de rechazo.
Es una época claramente marcada por el apetito sexual, que se encuentra amenazada por la percepción estética que se tiene de sí mismo. Por este motivo, es muy frecuente que aparezcan serias desviaciones de conducta, que debido la fuerte atracción que ejerce el sexo, puede devenir, en muchos casos, en embarazos prematuros y no deseados.
Los elementos encargados de fortalecer la apreciación estética y los embarazos confluyen en una elevada proporción de casos. Es por esto que uno de los elementos más recurrentes para evitar problemas de este tipo es recurrir a las pastillas anticonceptivas para el acné, que es un medicamente abortivo.
¿Pero funcionan las pastillas anticonceptivas para el acné? La respuesta es sí, en combinación con otros medicamentos o con tratamientos para tratar la hiperandrogenia, que no es otra cosa que el exceso en la secreción de andrógenos, que está relacionado con el exceso de grasa y la aparición de estos antiestéticos granos y espinillas.
Por lo tanto, es útil incluso para tratar el acné en adultos. No son pocos los dermatólogos que utilizan la píldora para eliminar el acné tras realizar diversos análisis bioquímicos con lo que detectar anomalías en el sistema endocrino.