Los problemas de crecimiento y cómo detectarlos
El crecimiento de los niños depende de factores tan variados como la genética, el sueño, las hormonas, los hábitos alimentarios o las enfermedades. Pese a existir tablas de crecimiento elaboradas por organismos internacionales e instituciones sanitarias, cada niño crece a un ritmo diferente y solo desde la supervisión de los padres será posible detectar si nuestros hijos sufren problemas de crecimiento.
El crecimiento del niño, año a año
Es aconsejable que peses y midas la altura de tu hijo desde su nacimiento, así como una vez alcance los dos, cuatro, seis, nueve, doce y veinticuatro meses de vida. A partir de aquí, sigue siendo aconsejable pesar y medir al niño como mínimo una vez al año hasta que alcance los 18 años.
• Durante sus primeros doce meses de vida, un niño suele crecer de media unos 25 centímetros y triplicar su peso.
• En el segundo año, los niños crecen 12,5 centímetros de media.
• En el tercer año, su crecimiento es de unos 8 centímetros.
• A partir de los cuatro años el ritmo del crecimiento se ralentiza, creciendo entre seis y siete centímetros hasta los seis años.
• A partir de los seis años, los niños crecen una media de cuatro centímetros por año y ganan entre 2 y 3 kilogramos de peso por año.
• A los doce años, el crecimiento de los niños vuelve a acelerarse y puede llegar a ser de hasta 12 centímetros al año.
Teniendo en cuenta que los niños crecen generalmente dentro de estos parámetros según cada rango de edad, podrás detectar, siempre con la ayuda del médico pediatra, si tu hijo está creciendo correctamente o presenta algún tipo de problema.
Ayuda a su desarrollo para evitar problemas de crecimiento
Ten en cuenta que un trastorno de crecimiento puede presentarse desde el nacimiento, pero también aparecer más tarde. La alimentación equilibrada, el ejercicio y la buena salud son parámetros fundamentales para asegurar el correcto desarrollo de tu hijo. Recuerda que también será importante que el niño juegue y viva dentro de un contexto seguro, en un hogar en el que sus padres o tutores puedan prestarle atención y brindarle el cariño que toda persona necesita.
De determinarse la presencia de una enfermedad o un trastorno que afecta al crecimiento de tu hijo, el médico pediatra se encargará de proporcionar un tratamiento o recomendaciones para incentivar el crecimiento normal del niño. El tratamiento puede basarse en la ingesta o administración de algún tipo de medicamento o, a veces, simplemente serán una serie de recomendaciones para proporcionar una correcta alimentación o cuidados al niño.