Redacción Madrid. 7 de abril.

El nuevo ministro de Fomento, José Blanco, se enfrenta a una de las carteras que más polémicas ha suscitado en los últimos años. Su antecesora, Magdalena Alvarez, deja un reguero de disputas con la oposición por su gestión, envuelta en un constante caos, a pesar de que José Luis Rodríguez Zapatero haya alabado su labor en innumerables ocasiones.

Asume el departamento responsable del transporte aéreo, marítimo y por carretera, y con mayor presupuesto. Por eso, son muchas las dudas en torno a su elección, dado su carácter más político que técnico.

El nuevo ministro tendrá que hacer frente a la reforma de la Ley de Puertos, la negociación del nuevo sistema de gestión aeropuertaria, la Ley de Contratos y a la delicada situación del transporte por mercancías.

Además, el gran objetivo de Fomento será convertir a España en el país con más kilómetros de alta velocidad en servicio, previsto para 2010. La llegada del Ave, en los plazos previstos, a Valencia, País Vasco y Galicia es, sin duda, el gran reto de Blanco. Zapatero hoy incidió en que será el próximo año y no en 2012, como aseguró la ministra Alvarez el 5 de junio del año pasado, cuando España logre este éxito.

A lo largo de la legislatura se inició la construcción de 1.167 kilómetros al tiempo que se inauguraron 700 kilómetros, llegando el Ave desde Madrid hasta Toledo, Valladolid, Málaga y Barcelona, entre otros puntos del territorio nacional. Y el Gobierno prevé que en los próximos cuatros se pongan en servicio 1.300 nuevos kilómetros y se inicien obras de otros 2.200 kilómetros.

La ampliación de la red de carreteras es otra de las preocupaciones en materia de obra pública. En su campaña electora prometió la habilitación de 1.500 kilómetros de nuevas autopistas y autovías, así como el inicio de 1.600 kilómetros más, lo que convertirá a España en el primer país del mundo en kilómetros de autovía.

En esta legislatura también tendrá que concluir el acondicionamiento de 2.130 kilómetros de autovías de primera generación, continuar con la construcción de 500 kilómetros de terceros carriles en autopistas y autovías y

Además, entre sus retos está el de aumentar la participación de las Administraciones Públicas en la gestión de los servicios ferroviarios regionales y de cercanías así como de las infraestructuras aeroportuarias, así como acomenter la reforma de la regulación relativa a infraestructuras y prestación de los servicios de transporte interurbano y el desarrollo de una red de infraestructuras que liberen a la carretera de transportes donde la eficiencia de otros modos sea superior.