Paula Gordon Gimeno. El Rey ha querido, al principio de su reinado, hacer la tradicional ofrenda al Apóstol, tradición real que se remonta a los tiempos de Felipe IV. En la ofrenda se le presentan al Apóstol de Cristo los problemas de la nación y se pide su intercesión ante Dios, como Patrón de España, para que bendiga y proteja a los españoles. En este sentido, Felipe VI se ha referido al paro y al trabajo como un deber que toda sociedad debe ofrecer. También ha vuelto a mencionar la diversidad de herencias de los pueblos de España, las cuales, en lugar de dividir, “nos enriquecen a todos como nación”. Ha calificado al Camino de Santiago como el primer proyecto común europeo y como “patrimonio cultural y espiritual”. El Rey ha finalizado su ofrenda con un mensaje de esperanza afirmando que “el futuro pertenece a los audaces”.
Por su parte, el Arzobispo de Santiago de Compostela, Monseñor Barrio, ha agradecido a los Reyes que hayan querido este año hacer en persona la Ofrenda al Apóstol. También ha pedido por todos aquellos que “están sufriendo la crisis económica y moral” que padecemos y porqué la Fe en España persevere hasta el fin de los tiempos; ya que como ha afirmado Monseñor Barrio en palabras de Santa Teresa: “Solo Dios basta.”