Los socialistas vascos acusan a Ibarreche de hacer campaña electoral en el juicio
Redacción Madrid. 9 de enero.
El secretario general del PSE-EE de Vizcaya, José Antonio Pastor, cree que el "quiebro" de la defensa del lendakari, Juan José Ibarreche, de renunciar a pedir la suspensión del juicio iniciado ayer responde a que el presidente del Gobierno vasco pretende dar a la vista oral "un cierto recorrido político" y aprovecharlo como una especie de precampaña previa".
En una entrevista a ETB, Pastor aseguró que la primera sesión del juicio contra Ibarreche, los dirigentes socialistas Pachi López y Rodolfo Ares y cinco miembros de la izquierda separatista vasca por las reuniones mantenidas con Batasuna estando ilegalizada, se desarrolló "con bastante tranquilidad y sentido común".
Tras afirmar que sigue "sin explicarse" por qué se tenía que celebrar un juicio, que "no se tenía que haber convocado", indicó que, es evidente, que los que impulsaron la denuncia, buscaban "ver sentados" en el banquillo a Ibarreche y los dirigentes del PSE.
"No me cabe duda de que, más allá de los datos jurídicos o las reflexiones jurídicas que quieran poner encima de la mesa, había un objetivo político muy claro detrás, en gran parte conseguido ayer con una foto buscada que era la del señor Ibarreche, López y Ares sentado en banquillo de un tribunal", agregó.
Por otra parte, Pastor manifestó sentirse sorprendido por el hecho de que la defensa de Ibarreche desistiera de solicitar el archivo y se mostrara favorable a continuar con el juicio. El dirigente socialista recordó que hacía "escasamente 48 horas" que habían presentado como cuestión previa la solicitud de suspensión del juicio.
Pastor indicó que ese "quiebro de última hora", que, además, "coincide sorprendentemente con la misma tesis que mantiene el Foro Ermua y Dignidad y Justicia de que el juicio se celebre". A su juicio, es "significativo" y una "especie de retroalimentación mutua".
"Da la impresión de que ya que el juicio está convocado, por parte de Ibarreche y del PNV se pretende darle un cierto recorrido político y aprovecharlo como una especie de precampaña previa para poner encima de la mesa determinados planteamientos políticos. No lo voy a criticar, me parece legítima cualquier estrategia de defensa que entiendan que es oportuna", señaló.
No obstante, insistió en que es "bastante sorprendente" y hay detrás "un análisis político y estratégico de pensar que al juicio se le puede sacar algún tipo de recorrido político". Pastor indicó que, cuando estaba escuchando a la defensa de Ibarreche, le dio la impresión de que se estaba pensando en las elecciones de marzo.
"Cuando estaba oyendo al señor Casas, el letrado de Ibarreche, haciendo una primera parte muy curiosa porque se supone que tenía que haber hecho la defensa de la cuestión previa que había presentado por escrito y lo que hizo fue un alegato político a favor del diálogo", agregó.
Pastor manifestó que, en algunos momentos, su alegato era "más político que jurídico" y pensó que "había habido una decisión política, por parte del señor Ibarreche, al menos, no sé si de todo el PNV de 'ya que estamos aquí, vamos a tratar de sacarle un cierto rendimiento'".
El dirigente del PSE-EE aseguró que su partido no se ha planteado el juicio como una forma de sacar "rentabilidad política" y reiteró que "no se debiera haber iniciado nunca".
Pastor cree que, hasta que comenzó el juicio, pensaba que "lo lógico" sería que el lunes el TSJPV se iba a suspender, pero indicó que ahora tiene "más dudas" desde el momento en que la defensa de Ibarreche "rompe la tónica de todas las defensas" y se apunta "a la tesis de continuación del juicio". El dirigente socialista indicó que preferiría que el lunes se declarase suspendido el juicio y se produzca una sentencia absolutoria.
Por otra parte, señaló que tanto por los letrados del lendakari y de la acusación popular "se rebajó el tono" y, a su juicio, es "bueno transmitir una sensación de normalidad". "No hubo ningún espectáculo como ocurrió en ocasiones anteriores", añadió.
Pastor manifestó que el juicio hay que "adoptarlo con normalidad" y no se puede dar la sensación a la ciudadanía de que se está "tratando de coaccionar a la Justicia", pero destacó que la Justicia "no puede interferir en la vida política".
"Cada uno de los poderes del Estado tiene su espacio y que no se puede pervertir la actuación judicial tratando de usarla como un método de influir en la vida política, que tiene sus propios cauces de participación y de control", añadió.