José Luis Orella.  Según los últimos sondeos de MillwardBrown SMG/KRC, la diferencia entre PO y PiS se habría reducido del 18 al 6 %. La candidatura de Plataforma Cívica (Platformy Obywatelskiej) que personifica el presidente de la República, de forma provisional, Bronislaw Komorowski, obtendría un 41 %, y seguiría siendo el candidato con mejores expectativas para obtener la alta magistratura. Pero Derecho y Justicia (Prawo i Sprawiedliwość) pasaría después del trágico fallecimiento de su candidato Lech Kaczynski a un 35 % de apoyos. En cuanto al resto de las fuerzas, la unión de la Izquierda Democrática (Sojusz Lewicy Demokratycznej), que también perdió a su candidato, obtendría un 6 %, y el Partido Campesino del Pueblo (Polskie Stronnictwo Ludowe) un 3 %.
 

La lucha electoral se pronostica dura por parte de los liberales, ante su desconcierto en un panorama que no controlan y que no saben como va a responder la ciudadanía polaca. El resto de las formaciones minoritarias prevén una polarización en torno a los dos candidatos, reservando sus favoritismos para la segunda ronda. No obstante, algunas formaciones como Polska XXI que estaba formada principalmente por antiguos disidentes del PiS han decidido retirar su candidatura y apoyar la del PiS. Este fin de semana, como se preveía, el hermano gemelo superviviente, Jaroslaw Kaczynski, aceptaba por la presión de sus bases la candidatura a la presidencia, “para terminar el trabajo que han dejado sin concluir los fallecidos”. Las elecciones del 20 de junio serán muy duras y decisivas para la historia polaca, teniendo en cuenta que cuando se hizo la encuesta, el PiS todavía no tenía el candida