Luis Fernanda, una mirada escénica a la España del s. XIX
Luis de Haro Serrano
Producciones “Nieves Fernández de Sevilla, S.L.” – compañía artística fundada en 1988, con una larga historia de presentación de producciones de Opera y Zarzuela, ofrece al público madrileño en el Teatro Compac Gran Vía, durante este mes de septiembre, dos semanas de zarzuela en las que se representarán los conocidos títulos: “Luisa Fernanda” -5 al 9 - y “La del Manojo de Rosas, de Pablo Sorozábal, libreto de Francisco Ramos de Castro y Anselmo C. Carreño, que estará en cartel del 12 al 16.
Moreno Torroba compuso su “Luisa Fernanda”, basado en el libreto de Federico Romero y Guillermo Fernández-Shaw. Se estrenó en el Teatro Calderón” de Madrid el 26 de marzo de 1932. Es, probablemente, uno de los títulos más representados y recordados de la historia de la zarzuela, gracias a pasajes tan conocidos por los aficionados, como “soldado de Nápoles, que vas a la guerra”, “señorita que riega la albaca”, “Para comprar a un hombre hace falta mucho dinero”, El “coro de los vareadores”, la mazurca de “Las sombrillas” o el romántico número “Ay, mi morena, morena clara”, auténticas piezas de toque para calibrar la calidad de cuantos intérpretes los afrontan, en los que Torroba demostró una gran sensibilidad como compositor, gracias a la belleza de su música, siempre llena de encanto y atractivo.
El libreto tiene una larga historia. Responde a la idea de sus autores de realizar una trilogía madrileña de obras de carácter popular, centradas en argumentos basados en historias de amor cuya acción reflejara la evolución social de la mujer española. Así surgieron “Doña Francisquita”, una muestra de la etapa del romanticismo español, “Luisa Fernanda” coincide con una época bastante difícil, histórica y socialmente, de la evolución que sufría el desmoronamiento del reinado de Isabel II y los numerosos enfrentamientos que protagonizaron monárquicos y republicanos, auténtico caldo de cultivo para el nacimiento de numerosos episodios amorosos como el de “Luisa Fernanda”.
Una puesta en escena muy sugerente, gracias a las proyección audiovisual de Isabel García, el diseño de los decorados realizados por Mariano López, un elenco muy abierto, así como una orquesta bien llevada por el joven director Carlos Cuesta, hizo que todo resultara muy del agrado del numeroso público que asistió al estreno, que premió con largos aplausos el buen trabajo realizado por todos los intérpretes.
Es de justicia destacar y agradecer este tipo de iniciativas artísticas que, casi por amor al arte, no escatiman ni esfuerzo personal ni económico para mantener encendida esta costosa vela, que no recibe más ayuda que la que entra por el camino de la taquilla. Que inadecuadas y poco oportunas resultan a veces esas “discutidas y poco claras subvenciones oficiales”, que no sirven nada más que para engordar ciertos bolsillos “partidistas”, en lugar de para mantener viva este hermoso campo de la cultura lírica.