Nos recibe con toda sencillez y naturalidad en su céntrico piso de Madrid, donde se amontonan los libros y las hojas manuscritas. Hay un silencio de respeto en el salón, como si los muebles estuvieran acostumbrados a escuchar las lecciones de este maestro de la Historia. Tras el saludo inicial, nos sentamos frente a frente, él en una silla y yo en el sillón, que me cede por cortesía. Tiene poco tiempo, pero está dispuesto a exprimirlo; porque una de las muchas virtudes de Luis Suárez es su asombrosa capacidad para resumir complicadísimos pasajes históricos con toda sencillez. En esta entrevista, que hemos dividido en dos partes para hacer más cómoda su lectura, se nota que el personaje está a gusto desde el principio.
- Hablemos de España. El presidente del Gobierno considera que España es un concepto discutido y discutible, pero nos gustaría saber si para alguien como Vd., que ha dedicado tantos años al estudio de España, le parece tan complicado ese concepto…
Yo creo que no, a mí me parece que es una cosa muy clara. España es una creación de Roma. La hace coincidir no sólo con la península, sino también con un pequeño territorio africano, la Tingitania, y con las islas que las rodean, tanto las Baleares como las Canarias. Todo esto es Hispania, ya en la época de Diocleciano y Constantino. Los visigodos después forjan la leyenda de que en el 418, Vista Diócesis, que era el nombre romano, Hispania, les había sido entregada legalmente, es decir, que había habido una transmisión de legitimidad desde el Imperio Romano a ellos, y crean el Reino de Toledo. Aunque en la Edad Media, por necesidades de guerra y la defensa contra el Islam, todo ese territorio se parcela y se rompe, sin embargo había conciencia de que era una unidad, sigue siendo. El nombre “espanyol”, escrito con y, nace en el Pirineo, en el siglo X, para designar lo que se diferencia de Francia a pesar de que en estos momentos los carlovingios están cruzando la frontera, etc. Por tanto, la idea esa de España siempre ha subsistido, lo que pasa es que España es una nación, es una cultura, es una estructura jurídica que puede tener varias formas políticas a través del tiempo por las circunstancias que se han producido. A la lengua que se crea en la Edad Media como un avance hacia el futuro se le llama “español”, no castellano; el castellano ya no existe, es una lengua y una forma de hablar que se extinguió. El español es la lengua que utiliza el mayor número de personas cuando trata de dirigirse a Dios. Ahora, artificialmente, intentar romper España, porque de esa manera consiguen el poder político, les conviene mucho a los políticos, porque lo que quieren es ser jefes de un estado; para conseguir eso tengo que partir el estado y hacerlo pequeño, pues lo parto y lo hago pequeño, pero yo soy el que gobierno.
- También hay una cierta controversia sobre cuál es el origen de España…, hay gente que lo sitúa en los Reyes Católicos, otros que lo sitúan en Covadonga…
Yo creo que hay que situarlo en el año 418, es decir, España nace en el momento en que se rompe el imperio romano y todo el Occidente queda dividido en seis nacionalidades distintas, y una de ellas es España. Y es entonces cuando se organiza desde el punto de vista cultural, jurídico, etc. Y de momento, es el Reino de Toledo. Cuando los cronistas de la época tienen que definir lo que es la invasión musulmana, lo llaman “la pérdida de España”. No la pérdida de los visigodos, no…Para ellos, eso era un incidente que se lo tenían ganado a pulso. Y cuando se produce la Reconquista, hablan de “la Reconquista de España”, y se van poniendo de acuerdo los reinos para distribuir el territorio, lo que pasa es que la meta final es que toda esa variación política se convierta en una unidad, que es lo que consiguen los Reyes Católicos. Y curiosamente lo consiguen sin destruir nada, es decir, mantienen la organización administrativa dentro de la unidad española. Pero no, España nace con la caída del Imperio Romano, y como una consecuencia de su disolución.
- Usted ha estudiado muy bien la Edad Media y el reinado de los Reyes Católicos. Visto con la perspectiva que da el tiempo, ¿qué importancia política tuvieron estos reyes en la Historia de España?
No de España, de Europa y del mundo. Una importancia gigantesca. Ellos definen de una manera completa lo que es la estructura política conveniente. Eran las “Leyes de Guadalupe”, que determinan, por ejemplo, que si queda alguna reliquia de servidumbre en alguna parte, desde ese momento desaparece y se declara nulo. Hay servidumbre muy significativa en Cataluña, los “remensas”, y ellos lo resuelven convirtiéndolos no sólo en hombres libres, sino en propietarios de la tierra que trabajan, porque si no, la libertad no serviría para nada. Ellos son el término de llegada de un proceso que venía gestándose desde mucho tiempo antes. Hay que tener en cuenta que en el Concilio de Constanza, España ya aparecía como una unidad, era un voto dentro de los cinco que componen la Cristiandad europea. Es decir, los representantes de los reinos (portugueses, castellanos, navarros…) tienen que ponerse de acuerdo antes de formular el único voto que podían. Y la crónica de Pedro IV de Aragón, que vive siempre en Barcelona, no está pensando en otra cosa que en la unidad española. España, por las circunstancias que le tocó vivir, se adelanta a Europa en muchas cosas. ¿Quién inventa el Parlamento? España. ¿Quién establece por primera vez que la servidumbre debe desaparecer? El Reino de León. ¿Quién crea el sistema de una monarquía que es como un pacto entre el Rey y los súbditos en torno al derecho? España. ¿Por méritos propios? No, porque las circunstancias que le tocó vivir, la lucha contra el Islam y la reconquista, le permitía partir de la base y reconstruir todo lo que era necesario, cosa que para otros países europeos resultaba más difícil. Eso es un hecho. Como es un hecho que España rompe las olas del Atlántico y se instala al otro lado del mar, y hace de la cultura europea una cultura occidental. Esto es un hecho, aunque ahora no se quiera reconocer.
- Hablando de los Reyes Católicos, la reina Isabel es una figura apasionante y deslumbrante, y el rey Fernando el Católico…
Vale más que ella. Políticamente, vale más que ella; religiosamente, no. Religiosamente tiene mucho más valor la reina. Hay que tener en cuenta que la diferencia entre hombre y mujer, que ahora no se quiere admitir, es que el hombre tiene más capacidad racional para la toma de decisiones, pero la mujer tiene más capacidad instintiva, tiene una superioridad en el sentimiento. Y eso se ve en el Descubrimiento de América. Cuando Colón presenta su plan, aquello es un disparate de mil pares de demonios; se reúnen los sabios, y Fernando les da la razón, y dice que eso no tiene pies ni cabeza, y que no podía ser. Y es entonces cuando entra la intuición de Isabel: “Oye, ¿y quién te dice que no hay islas por el Atlántico? Porque éste (Colón) sabe cosas, y si se han descubierto las Canarias, las Azores y Cabo Verde, ¿quién nos dice…? “Ah, bueno, pues sí, es verdad”. Y entonces lo que se pone en marcha es la intuición femenina, que permite descubrir, al principio, islas. Cuando vuelve Colón, ella le dice: “¿Ves?, yo tenía razón”. Nadie sabía que había un continente detrás, pero se siguió con la misión. En el momento de morir, Isabel la Católica, cuando está dictando el Codicilo a un escribano, de repente se interrumpe, y dice: “¿Qué es lo que yo tengo que agradecer a Dios más en este mundo? El marido que me dio”. El mejor rey de España.
- Es curioso que, siendo Isabel la Católica quien abolió la esclavitud por primera vez en la Historia, haya proliferado después la Leyenda Negra en España, promovida por ingleses y holandeses…
Claro, ellos fueron los que restablecieron la esclavitud. Pero eso sucede mucho con la “memoria histórica”, es decir, el vencedor fabrica después una Historia que no tiene nada que ver con la realidad y atribuye al enemigo, al contrario, todas las cosas malas que él ha hecho.
- Pero quizá lo triste, y lo digo ahora que se acerca el Día de la Hispanidad el domingo, es que la Leyenda Negra haya podido tener tanto éxito en España…, es un poco vergonzoso, ¿no?
Bueno, ya sabes ese chiste que se cuenta muchas veces…Si encuentras un hombre que hable bien de Inglaterra, es inglés; si habla mal de Alemania, es francés; y si habla mal de España, es español. La “envidia igualatoria”, que decía Gonzalo Fernández de la Mora, es el gran defecto de España, es así. El principal defecto de Francia es la avaricia, y el gran defecto de España es la envidia. Y es la envidia la que nos mueve constantemente a despreciar a nuestras grandes figuras, estamos como arrepentidos de haberlas tenido.
- Usted, que tiene la Historia de España en el cerebro, cuando oye hablar a los separatistas de su “nación”…, ¿le da la risa?
Nada, es todo mentira, nunca fueron nada de eso. Es una invención actual producto del clericalismo carlista, éste es el gran problema, es curioso. El carlismo trató de defender un esquema de Antiguo Régimen, no adaptarse a las nuevas circunstancias que había puesto en marcha la Constitución de Cádiz (la ilustración española, lo que habían defendido Jovellanos, Campomanes, etc.), ellos recurren a Fernando VII, van a la guerra y la pierden. Y entonces surge la idea de decir: “la culpa la tiene…, ¿quién?, España”. Porque España se ha hecho liberal, y tenemos que separarnos de ella, para poder seguir siendo…, que esa era la idea de Sabino Arana. Luego, Sabino Arana se da cuenta de la trampa en la que le han metido y se sale del separatismo. Luego de eso se apoderan otras fuerzas políticas de la izquierda, y son los que defienden este sistema…Pero el País Vasco nunca pasó de ser la suma de tres elementos diametralmente opuestos: un señorío, Vizcaya, una provincia, Guipúzcoa, y una Hermandad, Álava. Y nunca tuvieron un organismo común, nunca, jamás. Ahora es cuando se ha creado y se ha inventado todo esto, porque claro estamos viviendo en un mundo en el que la mayoría tiene razón, bueno, pues si conseguimos que la mayoría vote que ahora es de noche, pues es de noche, es un absurdo, claro. Nunca la mayoría ha tenido razón, es absolutamente imposible que las mayorías tengan razón. Las mayorías son las beneficiarias de lo que minorías crean. ¿Cuántos santos hay?, pocos. ¿Y cuántos sabios? Muy pocos. Pero ellos son los que tienen el deber de trabajar en beneficio de la sociedad y la sociedad recoge los buenos resultados de ello. Ahora, eso se niega: “No, la mayoría tiene razón”, bueno, pues la mayoría quiere que ahorquen al árbitro de fútbol porque ha perdido su equipo.
César Vidal enciende cada noche La Linterna para ofrecer, en la Cope, una mirada crítica sobre este Gobierno caótico de Rodríguez Zapatero. Autor prolífico, sus obras han sido traducidas a muchos idiomas, y en la última de ellas da testimonio público de su Fe. De "¿Por qué soy cristiano?", que así se titula el libro, y de otros muchos asuntos le hemos querido preguntar en esta entrevista pegada a la actualidad de España y del mundo.
Ayer se celebraba la Fiesta Nacional, y nos gustaría saber qué opinión tiene Vd. acerca del futuro político de nuestro país, ante la constante amenaza separatista del Plan Ibarreche.
El futuro de España será un fruto directo del comportamiento de los españoles. Si persistimos en mantener unos vínculos históricos que han durado más de un milenio y medio – Isidoro de Sevilla habla ya de la nación española formada por la herencia romana, cristiana y germánica – los nacionalistas acabarán siendo una nota a pie de página de los manuales de Historia en el futuro. Si anteponemos nuestros intereses particulares y partidistas al interés general, sufriremos un proceso de "destejimiento" social e institucional que podría derivar en la fragmentación nacional.
¿Considera Vd. que España vive el peor momento de su Historia? Lo digo por varios factores, no sólo por esa amenaza: el nivel bajísimo de educación de los jóvenes, el auge del ateísmo y el relativismo, la manipulación exitosa de los conceptos y del lenguaje, la entrega de la mayoría de los MCS a intereses particulares…
No. Es un mal momento, sin duda, pero no creo que sea peor que el de aquella monarquía visigótica enferma de corrupción, antisemitismo y partidismo cuyos súbditos acabaron abriendo las puertas de Europa al Islam.
Usted, permítame que le felicite, ha hecho mucho por la divulgación histórica en este país, no sólo con sus excelentes libros sino a través de su programa de radio “La Linterna”…, ¿cree que es posible luchar contra la manipulación constante que la izquierda viene llevando a cabo en este país?, ¿se puede empezar a recuperar la memoria colectiva a través de la cultura?
No tengo la menor duda de que es posible combatir esa manipulación. Además creo que es una obligación moral. La izquierda tiene un lugar raquítico y sangriento en la Historia de España. A diferencia de lo sucedido en Francia, Alemania o Gran Bretaña, apareció a finales del s. XIX y no se consolida hasta inicios del s. XX y entonces es para liquidar una monarquía parlamentaria y dividirse en utopías cruentas. Por otro lado, en términos intelectuales fue – y continúa siendo – paupérrima cuando se compara con la de otras naciones. Incluso durante el régimen de Franco, la izquierda de cierto peso se redujo a un PCE enfeudado a la URSS y a la banda terrorista ETA. No puede sorprender que con esos antecedentes esté empeñada en inventar una Historia que nunca existió, pero que le otorgue un papel que nunca tuvo.
En recientes entrevistas que hemos mantenido con Pío Moa y Luis Suárez Fernández, ellos coincidían en señalar y subrayar la falta total de legitimidad democrática de los socialistas, que ahora se dedican a repartir carnés de “buenos” y “malos”…¿Considera la Ley de la Memoria Histórica lo peor que ha hecho este Gobierno desde que está en el poder?
Me temo que hay demasiadas leyes que compiten por el terrible título de la peor. Desde la LOGSE a la LOE pasando por la despenalización del aborto y las más que posibles nuevas leyes sobre el aborto y la eutanasia, la ley de Memoria histórica pierde puestos en la lista del horror. No porque sea buena sino porque es menos pavorosa.
Rafael Nieto.