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Diario YA


 

El perdón

Más poderoso que cualquier arma

Gabriel Roselló

Una niña desnuda y aterrorizada, desvestida corre por la carretera. Esta imagen que inmortalizó los horrores de la guerra de Vietnam ha aparecido por todos los medios de comunicación. El 8 de junio cumplió 40 años. La niña Kin Phuc es hoy la embajadora de la UNESCO y dirige una fundación de ayuda a los niños víctimas de la guerra y la violencia.

Lejos quedan sus 17 operaciones para curarla de las quemaduras que el Napalm produjo en el 65% de su diminuto cuerpo. Nick Ut, autor de la instantánea que ganó el Pulitzer en 1973, la llevó al hospital y le salvó la vida.

Se desmayaba cada vez que la metían en la tina y cortaban la piel muerta. Pero no murió. “Dentro de mí –dice- había una niña pequeña y fuerte, que quería vivir pero todo lo superé gracias al amor de mi familia y de Dios". Una de las lecciones que ha aprendido de esta experiencia es a pedir perdón. Cuando leyó por primera vez las palabras de Jesús “ama a tus enemigos”, no sabía cómo hacerlo. Creyó que sería imposible. “Tuve que rezar mucho y no fue fácil, pero al final lo logré". 

En 1996 conoció a uno de los pilotos que participaron en el bombardeo de su aldea. Lo perdonó públicamente por que, asegura, "el perdón es más poderoso que cualquier arma del mundo". Está convencida de que su vida es un símbolo de la esperanza y del perdón.