En un año tan simbólico como el 2022 - postpandémico y prórroga excepcional de Año Santo­­- el convento de las Comendadoras de Santiago, situado en la plaza de Madrid a la que da nombre, se convertirá en Centro de Información y Acogida de Peregrinos del Camino de Santiago – Camino Francés.

Así lo explican las asociaciones nacionales y extranjeras que han llegado a un acuerdo con las religiosas del convento para que 500 años después, la Orden Femenina de Santiago sea recuperada para los peregrinos y el Camino de Santiago. Y es que, fruto del acuerdo firmado, las monjas, destinarán una zona del convento a la Acogida Tradicional hospitalaria de peregrinos, principalmente extranjeros, que lleguen a Madrid por vía aérea y deseen emprender el camino hacia la tumba del Apóstol. De este modo, los peregrinos de todo el mundo podrán recibir la hospitalidad tradicional desde su llegada a España imbuyéndose del espíritu jacobeo antes de partir al comienzo del Camino.
 

Porque si bien Santiago es la meta del Camino, Madrid es la principal puerta de entrada de los peregrinos a España, explican los promotores de este albergue internacional. Entrada especialmente para el continente asiático y americano cuyos compatriotas realizan el peregrinaje de larga distancia. Una puerta que en los últimos años va perdiendo protagonismo debido a la falta de atención a los peregrinos al llegar a España en beneficio de París, en la que aterrizan para dirigirse a Saint Jean de Pied de Port que cuenta con la Oficina al peregrino más importante del mundo. O la entrada en Oporto debido a la cada vez mayor proyección exterior de este aeropuerto.

El Albergue Internacional, promovido desde la Asociación de Amigos del Camino de Santiago de Astorga, se pondrá en marcha gracias a la colaboración de la ONG estadounidense Peaceable Projects Inc., la Asociación de Corea del Sur, la organización Camino Francés Federación y la Fraternidad Internacional del Camino de Santiago. Juntas acometerán el acondicionamiento necesario para reconvertir un ala del convento en zona acogida de peregrinos. Asimismo, crearán una estructura de atención a los mismos, mediante voluntarios de decenas de asociaciones extranjeras que, hoy en día, velan en los diferentes países por la promoción, atención y cuidado del Camino de Santiago, y que han ofrecido su colaboración para este ambicioso proyecto.

Las Comendadoras de Santiago o Santiaguistas son la Orden Femenina de los Caballeros de Santiago. Orden que, desde su fundación en el siglo XII, incluyó una relevante novedad: la incorporación desde sus inicios de mujeres que además podían ser, al igual que los hombres, casadas o freilas. Estas cumplían junto a la función del rezo, la asistencia a la orden masculina que velaba por proteger a los peregrinos que se dirigían a Santiago. Tras este anuncio, la congregación de Madrid, formada por 13 monjas de todo el mundo, vuelve en cierta forma a sus raíces tras siglos alejadas del mundo jacobeo.

La firma del convenio se realizó en un acto sencillo en el Convento, con la Comendadora Mayor y Madre Superoria, Sor Rosario Díez de la Iglesia, a la cabeza, apoyada por el Duque de Hornachuelos y Trece de la Orden de los Caballeros de Santiago, D. José Ramón de Hoces, y el Conde de Santa Ana de las Torres y Comendador Mayor de Castilla, D. Alfonso de Zulueta y Sanchiz. Por la otra parte, la rúbrica se produjo por el presidente de la Asociación de Astorga, Juan Carlos Pérez Cabezas, acompañado de miembros de Camino Francés Federación (CFF), de la asociación coreana en Madrid y de Peaceable Projects Inc. y la Fraternidad Internacional del Camino de Santiago (FICS).

Tras la firma de este acuerdo, las asociaciones del Camino de Santiago y las Comendadoras han iniciado los trámites administrativos y de ejecución de obras. Se espera que el Centro Internacional se ponga en marcha a finales de este año. Este Centro que además de servir de albergue de acogida tradicional, cumplirá funciones de atención y orientación al peregrino supliendo la falta por parte de España de un lugar centralizado donde los peregrinos de todo el mundo que quieran comenzar el Camino de Santiago sean acogidos y atendidos.

Sor Rosario Díez expresó que con esta determinación la congregación quiere “contribuir con una parte del edificio a la espiritualidad que se vive en el Camino. Es nuestro ‘trocito’ de caridad para atender al extraño, al peregrino”.

Las asociaciones por su parte podrán aportar, gracias a las Comendadoras, un lugar histórico, Bien de Interés Cultural y “mágico”, por sus orígenes, a los peregrinos. “El Camino de Santiago es el lugar donde las raíces de Europa vuelven a encontrarse. Un lugar de concordia que unifica culturas, hace desaparecer fronteras y construye un Nosotros; donde todos son vecinos con un entusiasmo poco común, unidos a una meta”. “Con esta acción, afirman las asociaciones participantes, queremos hacer de Madrid una ciudad todavía más europea y aportar, en estos m