Manchester y Londres bajo la lupa de Alborán
Estamos ahítos del aluvión de asquerosos, estremecedores y peligrosos acontecimientos que envuelve, con reiterada monotonía, nuestra vida colectiva. Uno de los últimos ha sido el atentado de Manchester y creemos importante analizarlo.
Para empezar, Manchester es, a la vez y en la práctica, una ciudad musulmana (en 2015 lo era el 25% del censo) y la segunda con más población judía de Inglaterra, a lo que hay que añadir que 16% de sus habitantes no profesa ninguna religión. Pues bien, en esta ciudad hace justamente un año, el 10-V-2016, la policía hizo un ejercicio antiterrorista basado en el supuesto de que un musulmán se suicidaba haciendo explotar una bomba en la entrada del “Trafford Centre”. ¿No les parece demasiada coincidencia con lo ocurrido en el “Manchester Arena”?.
Es que hasta la imagen del ensayo que publicó The Guardian coincide con el croquis del The New York Times. Si a eso le añaden que el supuesto terrorista llevaba encima su documento de identidad (o una tarjeta de crédito, según otra versión), estamos de nuevo ante un escenario que se repite hasta la saciedad, un “dejà vu”, que da pié a que surjan motivadas dudas y sospechas de las “versiones oficiales” de muchos atentados terroristas.
Porque, y recordemos solo algunos casos, entre las toneladas de restos de los rascacielos derribados el 11-S apareció el pasaporte de uno de los pretendidos pilotos suicidas, en el 11-J londinense aparecieron acreditaciones de identidad de uno de los culpables en los escombros de una de las estaciones atacada, así como en “Charlie Hebdo” los terroristas se dejaron la documentación personal en el coche abandonado, y el conductor del camión asesino de Berlín hizo lo propio.
Respecto a los ensayos curiosamente coincidentes con atentados reales, tenemos los casos del ejercicio de defensa aérea simultáneo con el 11-S (impidió que ser reaccionara contra los aviones por suponerlos parte del mismo), los de ensayos antiterroristas en Londres en los mismos lugares y tiempos que el 11-J, y, por qué no, nuestro 11-M simultáneo con el ejercicio OTAN CMX-04, con un supuesto de atentado de 200 muertos. Además, otra constante es que los presuntos terroristas están casi siempre fichadísimos por los servicios secretos y las policías correspondientes, a pesar de lo cual siempre actúan con impunidad, y, siempre también, son inmediatamente localizados a posteriori.
Empezando por el 11-M y siguiendo por los acusados de prácticamente todos los últimos atentados multitudinarios en Europa, la premisa anterior se cumple a la perfección. En Manchester el culpable oficial, Salman Abedi, hijo de un muy importante agente secreto inglés implicado en la “deconstrucción” de su Libia natal (Ramadan Abedi, que militó en el Lybian Islamic Fight Group -Grupo Islámico Combatiente en Libia, vinculado con Al Qaeda ), pasó de fumar porros y demás normalidades de nuestra sociedad a rezar a Alá en voz alta y públicamente; es decir, estaba fichada toda su familia y a él le dio por llamar la atención públicamente como pidiendo que se fijaran en él.
Y hablando de la identificación del supuesto (insistimos) terrorista, no hay ninguna imagen de TV en escenario del crimen, otra de las características de este tipo de atentados: las cámaras de vigilancia por Tv o fallan o no se tienen en cuenta. Así pasó en el 11-M, en París, en el último atentado de Londres (donde sí hubo un helicóptero o drone/UAV muy bien situado para grabar los atropellos del puente) y en otros lugares. Y les aseguramos que los casos citados no agotan el tema. Pero, levantadas las sospechas, lo peor es que en esta ocasión constatamos que, como ocurrió en nuestro 11-M y en otros casos, la elusión lo que debería ser obvio y obligado: el análisis científico del arma y la escena del crimen, así como autopsias a los cuerpos. No se han mencionado, ni creemos que lo hagan, los elementales análisis químicos de la policía científica del "hornillo/cráter" de la explosión.
Por supuesto, tampoco de ese supuesto torso del supuesto asesino (la reiteración es buscada intencionadamente) y de otras víctimas inmediatas al foco de la explosión. Si no se les mienta es porque no se quiere entrar en profundidades y hechos concretos que puedan volverse contra los investigadores y los encargados de transmitir a la opinión pública las supuestas investigaciones); recordemos lo eficaces que son incluso en las series televisivas de “CSI en…”.. Sin eso todo son "brindis al sol", seguramente buscados para manipular a la opinión pública.
Ese camino (determinar el explosivo y la "espoleta-iniciador" reales, y lo mismo el cuerpo del terrorista -supuesto-, mediante análisis químicos periciales -seguidos de autopsias completas-, y no meras fotos de hipotéticos restos y otras elucubraciones) es el que se debería seguir y... no lo harán. Por lo tanto, lo anterior, unido a que siempre llevan el pasaporte/ID/TarjetaCrédito encima -y aparece inmediatamente (no se sabe cómo, porque los restos del torso estaban un lado-, incluso este supuesto terrorista "fichado" y perteneciente a una red (como dicen que es), da más que motivos para sospechar. También que, como aquí (11M: la norteamericana televisión ABC News difundió la única foto que se conoce de la 13ª mochila) y en otros casos, aparezca rápidamente la "pista americana" para encaminar adecuadamente a la opinión pública (The NY Times: fotos de la supuesta "bomba"), dá mucho que pensar.
Además, el que inmediatamente Inglaterra sacar a los bobys armados y al Army a la calle y que, luego, la OTAN entrara en la "coalición internacional" contra ISIS (la cual apenas encubre los ataques a Siria), y todo eso tras la visita de Trump a ¿rendir pleitesía? Israel (¿tiene alguna explicación la inauguración por Trump en Arabia Saudí de “Moderación”, el centro para combatir ideología radical?) y a echar un rapapolvos a sus socios de la OTAN por sus ridículos gastos militares... puede que no sea nada inocente y no mera coincidencia. Por una casual asociación de ideas, nos viene a la cabeza la información relativa a que la Familia Saud es seguramente cripto-judía .
Por supuesto, no es necesario mentar, para no dispersarse, otros detalles que han rodeado al atentado (falsas víctimas, ¿dos explosiones?, trabas a la actuación de los bomberos, etc), ni que mentar que la Artista es “pro-homosexualista”, apóstata del catolicismo y seguidora de la Cábala, con tintes satanistas, y, menos aún, el raro tufillo que todo esto desprende.
El ‘Colectivo Alborán’ lo forma un grupo de altos mandos del Ejército español, retirados y en activo, que cuentan con una cualificada experiencia militar y una notable preparación académica. A todos ellos les une un denominador común: el amor a España y la preocupación ante los acontecimientos que vive nuestra nación.