Miguel Ángel Gutiérrez. Las Asociaciones de aburridos que solicitaron una manifestación atea el Jueves Santo en Madrid –y que gracias a Dios no fue autorizada por la Delegación del Gobierno- convocaron una marcha para el viernes 20 de Abril por el barrio de Lavapiés para criticar "los privilegios" de la iglesia y la falta de libertad de expresión y de manifestación.” Las dos cosas inciertas, pues la Iglesia da mucho más de lo que recibe y, por otra parte, estos descreídos si pueden manifestarse libremente, aunque sea para hacer el ridículo.
Las cinco organizaciones convocantes son: La Asociación Madrileña de Ateos y Librepensadores (AMAL), la Asamblea Vecinal de la Playa de Lavapiés, el Grupo Anarquista Volia, el Grupo Anarquista Albatros y la Tetera de Russell .
La delegación del gobierno amenazaba con disolver nuevamente esta manifestación atea si "se ofenden los sentimientos religiosos"
Dice el código penal español en su artículo 525 “Incurrirán en la pena de multa de ocho a doce meses los que, para ofender los sentimientos de los miembros de una confesión religiosa, hagan públicamente, de palabra, por escrito o mediante cualquier tipo de documento, escarnio de sus dogmas, creencias, ritos o ceremonias, o vejen, también públicamente, a quienes los profesan o practican”.
Finalmente unos doscientos laicos y ateos se han congregado en Lavapiés defendiendo la libertad de expresión en sus pancartas. Los jóvenes del Centro Social Okupado Casablanca sacaron una tetera gigante en procesión para parodiar los pasos típicos de Semana Santa. Durante el recorrido, una señora intentó incluso cantar una saeta. Alrededor, había desplegado un fuerte dispositivo policial.
La intención de estas organizaciones era hacerla simultáneamente con las procesiones católicas de Semana Santa el 5 de abril pero Delegación del Gobierno en Madrid rechazó sensatamente esta autorización por su "evidente voluntad de provocación" a los católicos. Contaba en sus argumentos que la Semana Santa cobra una "especial significación para los católicos" y que podría ser motivo de alteración del orden público.
Dos de los convocantes, la Asociación Madrileña de Ateos y Librepensadores (AMAL) y la Asociación vecinal La Playa de Lavapiés-también convocan, los grupos anarquistas Volia, Albatros y la Tetera de Russeff-, recurrieron la decisión al Tribunal Superior de Justicia de Madrid. El TSJ dio la razón a Cristina Cifuentes, pero esto no fue óbice para que las asociaciones mencionadas quisieran igualmente celebrarla. Al final la desconvocaron, dejando a los católicos celebrar con tranquilidad su Semana Santa de toda la vida.