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Diario YA


 

José Luis Orella: El ajedrez ucraniano

 

 

Ucrania se desliza hacia la división social. Finalmente ha quedado claro que el rechazo al acuerdo con la UE, en realidad escondía una nueva revolución. (El ajedrez ucraniano)

 

 

no quiero imaginarme qué dirían aquellos mayores ahora ante el panorama de tanto circunloquio

Manos limpias para los de guante de blanco

Isabel Caparrós Martínez. Mucho han cambiado las cosas, sin duda. Como solía oír a los mayores en mis tiempos de niña, los tiempos ya no son los que eran. Y no quiero imaginarme qué dirían aquellos mayores ahora ante el panorama de tanto circunloquio,  cuentachiles, a los que no se han mirado con cuentahílos, como debió ser, como se le hace a cualquier currante con salario mínimo interprofesional, afortunado al fin, y, faltando a su diligencia debida en el desempeño de sus funciones las cuales tienen como objeto principal respetar el bien ajeno, el de los ciudadanos, y no hacer peligrar aquél, nos ha llevado donde estamos: en la RUINA, en la VERGÜENZA ¡Qué difícil va a ser poner sobre nuestra piel de toro un tejido industrial que nos permita trabajar y desenvolvernos en una sociedad con los pilares del bienestar bien cimentados y respetados como lo más sagrado, por encima de derechas y de izquierdas! (Menudo cuento chino ése que se han inventado) Yo no creo que llegue a verlo. Y estoy segura que es importante reconocer la realidad tal cual para no seguir engañándonos y no dejar que nos engañen más. Se ha estado haciendo malabarismos con lo nuestro, con nuestro esfuerzo, con nuestros derechos, los más fundamentales y elementales como son poder contar con un trabajo y una vivienda que nos permita una vida digna, sin deber bondades; con las ilusiones y expectativas de una generación por las que, la anterior, luchó denodadamente y se sacrificó hasta el límite de dar la vida queriendo contribuir a su prosperidad y a la de toda la Nación. Pero ¿qué es todo esto? ¡Ná! ¡Bagatela, barata, barata! Porque, en realidad, sus hijos sí tienen, por generaciones, la vida resuelta y las entretelas bien forradas!

¿No sabían los políticos de turno que la burbuja iba a estallar y los efectos que iba a producir? ¡Vamos! Claro que sí. Pero si para cada cargo político les pagamos sueldos a la carta a cientos y cientos de asesores. Entonces, ¿qué es para ellos GO BER NAR? A la vista está: subirse al poder con la convicción de que pertenecen a una clase superior per sé, o por la gracia de… Así que, súbditos al fin, no tenemos más que asumirlo y vivir, y morir, como se pueda. Mientras, ¡lo grande que es, con el dinero de esos a quienes consideran en sus adentros (conscientes o no) súbditos, sin tener que rendir cuentas a nadie, comprar bancos, mansiones, fiestas, ir elegantes siempre, coches caros, ir de mariscada y de crucero, comisionar, en fin! Luego, no pasa nada, viene la Fiscalía, el Juez y, como todos son de la casta, ¿otra vez nos tienen que hacer la demostración? ¿Es que somos burros, o qué? ¡Se vuelve a meter el guante en nuestros ahorros y pagan la fianza! O rescatan a las cajas. O sea, lo que “desaparece” es lo nuestro con su gestión, pero el rescate vuelve a llenarle a ellos el cajón! Y todo sigue igual, su sentido de la amistad no falla: para lo bueno y hasta la muerte. Como dijo Voltaire, “Si alguna vez ves saltar por la ventana a un banquero, salta detrás, seguro que tiene algo que ganar”.