Redacción Madrid. 11 de Septiembre.
En España, son muchas las organizaciones y asociaciones que se dedican a ayudar a mujeres embarazadas con problemas para evitar que aborten. La mayoría de los medios de comunicación no hablan de ellas, porque no interesa promover una cultura contundente a favor de la vida desde el momento de la concepción. DiarioYa.es, que desde el primer día viene criticando las leyes que permiten ya, de hecho, que se practiquen abortos sin que ello tenga consecuencias legales para quien lo hace, ha querido conocer mejor a una de esas asociaciones. Hablamos de la Fundación Vida, y de su presidente, Manuel Cruz, que nos recibe en la cafetería de un hotel de la madrileña Plaza de Castilla.
¿Cuál es el origen de la Fundación Vida?
El embrión es la soledad de los más débiles, que estaban muy desamparados, y siguen estándolo. Los que van a nacer no tenían un amigo fiel, no tenían una voz concreta ni completa. Los grupos provida llevaban ya un tiempo de desgaste, y de alguna manera habían menguado, estaban al frente a veces personas muy mayores, y lo más difícil era encontrar a la mujer que quiere abortar justo antes de que lo haga. Las mujeres que van a abortar no son fáciles de encontrar, porque no llevan un cartel ni se lo cuentan a mucha gente…, era un fallo de empresa, un fallo metodológico. Esto empieza a tener solución cuando se profesionaliza la actividad, aunque al principio éramos voluntarios, pero la idea desde el principio era la de tener profesionales que cada día pudieran dedicar su jornada a hablar con trabajadores sociales y con médicos, enfermeras, matronas…, hablar con la gente y tener cauces por los que encontrar a estas mujeres que estaban a punto de abortar, para darles la versión más realista y positiva de los hechos. Un embarazo no deseado tiene soluciones, hay circunstancias que lo hacen más complejo, pero nunca va a ser solución la muerte del que va a nacer. Es un daño moral para todos saber que esto está ocurriendo, es aberrante. Aunque no conozcamos a la madre, aunque no conozcamos al que va a nacer, saber que se está permitiendo el aborto es como permitir que nuestro suelo tenga un terremoto continuo, como permitir que lo inmoral esté acechando a la salida del portal de casa. Es una inmoralidad tremenda. Se ha barrido una cuarta parte de la Humanidad, si somos seis mil y pico millones de habitantes en La Tierra, el aborto en los últimos 30 años ha barrido la cuarta parte de ese número.
¿Por qué cuesta tanto hacer llegar el mensaje provida en la sociedad española?
Hay una realidad, y es que manipular un país no debe ser muy difícil cuando lo han conseguido algunos como Hitler o Stalin. A Hitler lo eligieron democráticamente por unos valores que él representaba, convenció a la sociedad y lo eligieron para cometer esa barbarie. Lo mismo digo de las purgas de Stalin. Una sociedad termina siendo frágil y químicamente descomponible si estamos cada uno en nuestra casa, si somos individuos nada más, es una sociedad mal vertebrada […]. Se ha empezado a vertebrar, lo está más que antes, pero nos queda mucho. Entonces, es una sociedad muy manipulable. Sobre todo, porque si el individuo que compone esa sociedad es simple, se va a dejar llevar. Y vemos que hay bastante simpleza, porque no es normal que no haya una intelectualidad suficiente para alcanzar a entender esta sensibilización de la que estamos hablando, la de defender al no nacido, la del “no matarás”. […] Si el individuo es simple, si no hay intelectualidad, si se conforma con lo inmediato, si se convierte en hedonista (más que laicismo, primero hay que sembrar el hedonismo y la simpleza). Ya hemos visto que las elecciones han dado una España dividida en dos.
¿Qué le parece a la Fundación Vida la actitud de los dos grandes partidos en relación al aborto?
La acción de este Gobierno no es realista, parece un ramillete de actitudes infantiles de quien realmente no gobierna, porque gobernar es pensar en todos. Y la oposición también debería pensar en todos, y desde luego no se está posicionando claramente a favor de los no nacidos, y los no nacidos también son parte de ese “todos”. Ninguno de los dos me satisface.
Dice Vd. que el PP no tiene una posición clara respecto al aborto, pero seguramente un gran porcentaje de sus votantes lo rechaza, ¿a qué cree que puede deberse esa actitud?
No lo sé, yo supongo que esto se refiere a las cifras que se están publicando, que dicen que el 18% de los españoles va a misa y el 40% vota al PP, con lo cual si necesita un 10% más para que sean la mitad de los españoles hay que sacarlo de algún sitio, y parece que ese 18% que va a misa parecen estar integrados en el 40% que vota al PP. Si es así, Zapatero lo tiene muy fácil y Rajoy lo tiene muy difícil, porque Zapatero puede estar todo el día fastidiando a la Iglesia, porque no va a perder ningún voto, mientras que Rajoy va a tener que ser un “socio” (porque no hay otro) para los ciudadanos católicos, que sin embargo no se van a ver reflejados en la mayoría de las acciones, porque van a querer atraer otros votos que no están en ese 40%. Yo también creo que habrá votantes católicos que habrán votado por sentimentalismo, por apariencia, por ese “buenismo” que rodea a Zapatero…Camps dice que no tenemos presidente, y yo la verdad es que me lo creo. No está gobernando para todos, cambia en sus declaraciones y tiene un sesgo infantil. Entonces, al ser una generación distinta a la de Franco, o la de la Transición, esperamos más, esperamos algo distinto. Valentía en la oposición, o un tercer partido, un tercer partido que signifique cosas distintas y que haga que tanto el mal socialismo que estamos viviendo como el liberalismo centrista, “collage” de tendencias centro-reformistas, tenga que tener en cuenta una expresión más, más cívica, más tranquila, más construida con la razón y con la argumentación. Pero que para conseguir un voto más no se traicione a sí misma.
Hablemos de los colectivos provida…, en España ¿hay unidad entre todas, o qué problemas hay para conseguirla?
Unidad la ha habido, la habrá y tiene que haberla, porque todos estamos a favor del no nacido, y no vamos en contra de él, y la desunión sería que alguno le estuviera haciendo mal al no nacido. Tenemos unidad moral, pero unidad de método no la hay. Tampoco eso es necesario, ni es el único fin organizacional de estas asociaciones. Podemos tener apariencias diferentes, y métodos distintos, y mantener la unión desde el punto de vista moral. Lo que sí es cierto es que para tejer hace falta más mimbre, hace falta más sensibilización, más voluntariado, más fondos…, más implicación de la sociedad en financiar esto cuando las administraciones públicas no lo están haciendo. Con más financiación, más independencia, con más independencia más acción. Con más medios humanos llegaríamos a un mayor número de mujeres (que ahora se pueden contar por miles, pero que tenemos que llegar a cien mil), y creo que no estaremos llegando ni al 10%. Nos queda por crecer del 10 al 100, incluso más, porque no es sólo atender a las mujeres que hoy están abortando, sino las que mañana pueden llegar a abortar, o las que ya abortaron y necesitan salir de esa rotura interior. Necesitamos la involucración de las personas: unas financiarán, otras dedicarán su tiempo gratuito, otras dedicarán su tiempo entero y tendrán que ser remuneradas, habrá necesidad de intelectuales que refuercen nuestros posicionamientos y habrá necesidad de estrategas que organicen la acción. Eso no es falta de unidad, porque seguramente habrá varias estrategias, pero todas pueden ser válidas.
¿Cuánta gente forma parte de la Fundación Vida, y cuánta gente haría falta para poder atender todas las necesidades que hay?
Estamos hablando de una docena de profesionales, de un centenar de voluntarios, más un millar de donantes particulares. Con esa estructura, tenemos una célula fuerte de actuación en ocho ciudades, pero es insuficiente porque en cada ciudad no se alcanza ni el 2% o 5%, junto con otras entidades podríamos llegar al 10%. Esas células, bien organizadas, habría que replicarlas, no hace falta que sea bajo el mismo paraguas, quizá habría que federar instituciones o hacer organizaciones menores.
Hace meses conocimos las historias terribles de las clínicas abortistas, con el destrozo de fetos que incluso aparecían en cubos de la basura…Eso tuvo un gran impacto en los medios y se demostró que esas historias llegaban a la gente. La Fundación Vida apuesta por esa manera de sensibilizar, o prefiere entrar por la vía de la razón, de hacer comprender por qué es aberrante el aborto?
Bueno, el escándalo de las clínicas del Doctor Morín es una labor periodística, y todo debe mostrarse tal y como es. Es una forma de sensibilizar. Pero nosotros no estamos por impactar el ojo de los ciudadanos, sino por transmitir las ideas. No es el único camino mostrar fetos descuartizados, no es necesario para transmitir su soledad, su dignidad, sus necesidades, la soledad de la madre, sus necesidades, la capacidad que tenemos en nuestra vida diaria de aportar algo, reconocer esos huecos que podemos llenar…Esto sí que es misión de la actividad de una ong, de una organización que tiene como vocación influir en la sociedad y ayudar a los demás. ¿Quiere esto decir que estamos en contra de hacer un Museo del Aborto para evidenciar lo que periodísticamente se puede transmitir? Pues no, no vamos a renunciar a decir que las cosas son como son. No tenemos por qué ocultar nada, ni echar polvos de talco o azúcar glacé para que parezcan otra cosa. Un Museo del Aborto, aparte de imágenes desagradables que se podrían omitir o dejar para elección del público, tendría que tener el desarrollo gestacional, toda la documentación histórica de los procesos y las leyes que han ido aceptando esta barbarie y una invitación a la reflexión, experimentando sensaciones como las que puede sentir el feto dentro del útero materno. Estas experiencias son necesarias, porque un niño nace y lo tenemos entre nosotros, y si una mujer lo mete en un microondas es una barbaridad; pues igual si lo hace en los primeros meses después del nacimiento o antes de él.
¿Qué le parece la posible llegada al poder de Sarah Palin en Estados Unidos?
Ahora hay que tener los ojos puestos en Estados Unidos, porque sin duda Obama tiene pinta de lobo con piel de cordero, estilo Zapatero, tiene una hipocresía intrínseca en sus posicionamientos, y esto se puede demostrar, pero a nivel estético es confundible. Va a ser un país muy diferente dependiendo de quién gane las elecciones. Que en un país con más de 200 millones de habitantes y 200.000 abortos al año se plantee reducir esto y enseñarlo al mundo, porque todas las cámaras lo van a recoger, puede ser una enseñanza.
¿Podría calar en España ese ejemplo?
España tiene siempre la doble división entre quienes se fijan en Estados Unidos y los que lo rechazan sólo porque viene de Estados Unidos. A unos sí y a otros no, pero mediáticamente seguro que iba a tener repercusión.
¿Cómo puede una mujer ponerse en contacto con la Fundación Vida, y cómo puede colaborar cualquier ciudadano?
Hoy recibimos ya más peticiones por correo electrónico que vía teléfono o por visita presencial. Es una forma de romper el hielo para iniciar el diálogo, un correo electrónico que pide un trabajo, que pide una guardería, que pide una atención para la vivienda o una mediación familiar para atender una ruptura sentimental. Esos correos electrónicos forman parte del comienzo; la dirección es [email protected] , ahí puede pedir información cualquier, también para dar donativos, o en [email protected]. De manera telefónica, recibimos llamadas en nuestra oficina de la Gran Vía, en el 91 523 32 64, donde recibimos las peticiones tanto de ayuda como de colaboración o voluntariado, formar parte de los equipos de guardería, bolsa de empleo, asesores directos a la mujer embarazada, mediadores…El objetivo es que nazcan más niños.
¿Usted cree que veremos el fin del aborto en España algún día?
Tengo ahora 38 años, espero que antes de morir sí, pero puede que simplemente sea dentro de una o dos generaciones. Yo creo que sí. Igual que Polonia ha visto mermar la cifra de más de 30.000 abortos al año a sólo 300, yo creo que en España podría darse un fenómeno parecido en dos décadas. En Estados Unidos ya hay un cambio, y llevan 30 años. Nosotros llevamos 23. Cada 20 o 30 se producen fenómenos de saturación social; todavía estamos en esa maduración para que se produzca la saturación y venga el cambio. En diez años debería haber una voz mucho más fuerte, ya la está habiendo, pero más fuerte todavía, más clara, más convencida. El voto lo refleja, y los partidos tratarán de recogerlo, y las leyes se manifestarán de otra manera.