Matan a un sacerdote Jesuita en Siria
Redacción. Un hombre enmascarado asaltó al sacerdote frente al convento, le apaleó para después pegarle dos tiros en la cabeza y escapar a continuación. Así fue asesinado a principios de mes el padre Francis Van der Lugt, un jesuita de 75 años que llevaba medio siglo residiendo en Homs (Siria).
"Murió como un hombre de paz. Con gran coraje y en una situación extremadamente difícil y peligrosa, quiso mantenerse fiel al pueblo sirio al que se había dedicado durante tantos años de servicio espiritual", estas son las palabras del Vaticano. Los activistas opositores en Siria, también quedaron profundamente conmocionados, pues le tenían como un aliado en el barrio alzado de Bustan al-Diwan, en el difícil momento que está viviendo el país. La Coalición Nacional Siria, en un comunicado, condenó su ejecución y acusó de ella a Damasco. La agencia nacional SANA, por su parte, apuntó a los "terroristas" rebeldes como responsables.
El clérigo se negaba a abandonar el cerco hasta que todos los cristianos estuviesen a salvo. Tampoco lo hizo durante la tregua de principios de febrero, que permitió evacuar a varios cientos de civiles. "La gente camina errante y gritando por las calles. Estamos hambrientos, ¡necesitamos comida!", escribía el sacerdote.
La revolución siria ha acabado en una guerra entre los rebeldes, mayoritariamente musulmanes suníes, y su principal enemigo, el régimen - rama alauita del islam. Los cristianos han quedado atrapados en esta lucha. Según datos publicados en febrero quedaban entonces unas “200 familias cristianas en los barrios sitiados de Homs, icono de la cristiandad durante la ocupación bizantina”. Hasta que empezará el conflicto había dos millones y medio de cristianos en el país árabe.