José Luis Hernangómez de Mateo. Tenemos un problema con el fallo del TC sobre la ley de 2005 que concierne al matrimonio homosexual. Esta sentencia adapta la Constitución a una apreciación subjetiva de una supuesta evolución de la mentalidad social.
Para el TC, “la realidad social” es ahora fuente del derecho. Ahora la jerarquía legal parece que no es la Constitución, sino una supuesta sensibilidad social. ¡Apañados estamos en otras cuestiones!
Pero es que luego va el ministro de turno y más o menos dice que con el fallo del TC ya no hay más que hablar, que no cambiará la ley. Pero vamos a ver: si el PP ahora en el gobierno no está de acuerdo con que a esas uniones se les denomine matrimonio y por eso recurrió al TC, ¿a qué espera para derogar la ley, garantizando los derechos a quien corresponda? ¿O acaso se desdice de sus compromisos y programas?
Y ya puestos… ¿qué piensa hacer con la ley del aborto? En estas cuestiones, el Gobierno ¿continuará sin “mojarse” ni dar explicaciones? ¿Ni a los que le eligen? El PP parece haberse especializado en consolidar disparates ideológico-jurídicos progres y rosas. Quizá lo que ocurra es que el PP ha pensado siempre lo mismo y no lo ha confesado del todo.