Paco Ochoa. 24 de Octubre.
Es el típico grupo que cualquier crítico quiere destrozar. No son políticamente correctos, hacen alarde de su mala educación, van perdonando la vida a cualquiera que se cruza en su camino y, para colmo, están muy orgullosos de ser ingleses y furiosos hinchas del Manchester City. La verdad es que no hacen muchos méritos para ser simpáticos y saben que les funciona. Ellos siguen vendiendo una barbaridad y, aunque llevan sin hacer un gran disco desde 1995, presumen de ser la mejor banda del mundo y sus millones de fans se lo creen. Se llaman Oasis y acaban de publicar un nuevo trabajo que se queda dolorosamente a medias.
Todo empezó en 1994 cuando dos hermanos bastante desagradables, Noel y Liam Gallagher, editaron, con la ayuda de unos amigos, una barbaridad de disco titulado Definitely Maybe. Aquello fue tremendo, todo lo que contenía aquel cd despedía una frescura y una electricidad sorprendente. Temas como Live Forever, Supersonic o Cigarettes and Alcohol dejaron sin respiración al respetable y sin adjetivos a la prensa especializada. Por si fuera poco, en 1995 volvieron a asombrar con (What’s The Story) Morning Glory? Una grabación que compensaba la ausencia del factor sorpresa, con una calidad en las composiciones que es, probablemente, la más alta de su carrera. Canciones como Wonderwall, Don´t Look Back In Anger o Some Might Say se convirtieron de inmediato en clásicos y pusieron el listón a una altura que ya no superarían.
Y la verdad es que desde entonces han vivido de las rentas. Alguna buena canción de vez en cuando, cambios de personal y muchas broncas entre los hermanos para continuar llenando las primeras páginas. Aparte de eso, se han sucedido nuevos trabajos sin que los de Manchester pudieran ni siquiera rozar el extraordinario nivel de los dos primeros. Ahora tocaba intentarlo de nuevo.
Sin éxito, que le vamos a hacer. El flamante Dig Out Your Soul mantiene el tipo al principio, pero luego se derrumba y es incapaz de enfrentarse a antiguas glorias. La cosa empieza bien con cuatro trallazos de Noel que sin llegar a emocionar entretienen lo suyo; luego el bueno de Liam firma un excelente medio tiempo titulado I´m Outta Time y, tras un intermedio muy psicodélico, Noel ataca de nuevo con la mejor canción del álbum: un Falling Down que, a pesar de sus obvias deudas con el Tomorrow Never Knows de los omnipresentes Beatles, es lo más memorable de la sesión. A partir de ahí, poca cosa: cuatro cortes de relleno bastante indignos de la marca que preside la bonita portada.
Mucho me temo que no haya nada que hacer. Oasis se va a quedar en solo dos discos. Eso sí, muchos grupos de campanillas darían la vida por haber parido solo la mitad de uno de ellos.