Messi dirige al Barça
Redacción Madrid. 25 de enero. El FC Barcelona cumplió con la lógica y los pronósticos para vencer al Numancia por 4-1 en el primer partido de la segunda vuelta de la Liga BBVA, que domina con una autoridad incontestable, tras una jornada sabatina en la que el Villarreal se dejó dos puntos en su feudo tras empatar (1-1) ante Osasuna.
En un Camp Nou semivacío, el Barcelona siguió haciendo sólidos los cimientos que le mantienen en el liderato. Con unas cifras de vértigo, los de Guardiola pasaron por encima del Numancia a partir de la segunda mitad. Los sorianos, con un trabajo encomiable, aguantaron con el 0-0 durante el acto inicial, aunque acabaron diluyéndose ante la magia de Messi.
El argentino no hace falta que aporte más argumentos aunque no reciba el Balón de Oro o cualquier otro galardón. El 'pulga' metió dos y 'provocó' a sus compañeros para que se unieran a la fiesta. Así pasó, que Eto'o logró su gol número 19 en otros tantos partidos y Henry --en 17 encuentros-- sumó su duodécimo, los mismos que al final de la temporada pasada.
Unos números que dicen mucho del Barça, sólido líder en juego, puntos y fantasía por encima no sólo de sus rivales en el campeonato español, sino que muchos de sus homólogos en el panorama europeo. Aún así, hasta el momento en que el Numancia encajó el primero, la historia podría haber cambiado.
Un gol anulado a Del Pino en el minuto 18 --algo dudoso-- sirvió de acicate a los culés, que fueron creciendo paso a paso. Con la paciencia como filosofía, el Barça esperó a la segunda parte para adelantarse a los cuatro minutos con un sutil toque de Messi a un remate de Alves.
A partir de ahí todo fue más sencillo. Eto'o, Henry y otra vez Messi --con la salvedad de Barkero, que recortó distancias de falta-- sellaron una goleada que convierte a los culés en el Barça más realizador de la historia en el torneo de la regularidad. Un torneo que, salvo empeño blanco, tiene dos colores, azul y grana.
Por su parte, en El Madrigal, Osasuna arañó un punto gracias a un tanto de Dady a 25 minutos para el pitido final. Un empate (1-1) que dejó al descubierto alguno de los problemas del Villarreal, que no consigue subirse al tren de la 'Champions' y que ya ha dejado escapar diez puntos en su casa.
Los de Manuel Pellegrini, que han ganado sólo uno de los últimos siete encuentros ligueros, no tienen la frescura que les definía al comienzo del curso y físicamente llegaron muy justos al final del choque, cuando Osasuna se mantuvo más junto para guardar el área de Roberto.
Y eso que el 'submarino amarillo' se había adelantado al filo de la media hora de partido con un buen gol de Rossi. El italiano aprovechó una delicadeza de Cazorla para controlar aún mejor y batir con la derecha al meta visitante. Una ventaja que parecería consolidarse por el discurrir de los minutos posteriores.
Pero el epílogo al partido lo pusieron los navarros sin el consentimiento de los castellonenses, que no se encuentran a gusto en esta Liga. Dady aprovechó un fallo mayúsculo de Cygan al intentar despejar y dejó al portugués con el empate en sus botas y una nueva jornada de sinsabor para el Villarreal, que ya espera impaciente la próxima para desquitarse.