Rafael Nieto. 31 de enero.
Cincuenta años de dictadura comunista en Cuba. Se esperan numerosos actos, de distinto signo, en diferentes puntos del mundo, y en Madrid hay convocada una concentración, en la Puerta del Sol, en apoyo a los cubanos y contra la tiranía del sátrapa Fidel Castro. Diario YA ha querido saber mejor cuál es la situación actual en la isla. Santiago Milans del Bosh es Secretario de la Asociación Cubano-Española de Derecho, formada por abogados de ambos países con el fin de establecer foros que aporten ideas para buscar una salida democrática al aparentemente irresoluble laberinto jurídico que ha conseguido construir el dictador caribeño.
Señor Milans del Bosch, ¿cómo ve el futuro de Cuba, ahora que parece que Fidel Castro no volverá a retomar el poder?
Soy bastante escéptico. No olvidemos que Fidel Castro se aseguró la descendencia política, contraviniendo, una vez más, lo que venía pregonando. Le robó al pueblo la iniciativa sobre su futuro y su voluntad de decidir qué es lo que quiere, tras 50 años de dictadura, penuria, fracaso económico y aislamiento internacional. La designación de Raúl Castro como sucesor del régimen dictatorial que asola Cuba aporta gran incertidumbre sobre el futuro del pueblo cubano, que ansía la libertad, el reconocimiento de los derechos humanos y el progreso social para sí y, por ende, para toda la nación. Con la sucesión en el hermano, Fidel hizo lo que venía haciendo desde que tomó el poder: convertir Cuba en una isla-cárcel y al pueblo en una “masa” inerte que no piense ni opine (quien ose hacerlo, se juega la cárcel), propiciando una especie de genocidio cultural y antropológico que es la vergüenza del siglo XXI y que ha anulado al pueblo en sus reivindicaciones y así “controlarlo todo” desde la jefatura del Partido Comunista.
¿Ve posible la hipótesis de que el régimen se mantenga con Raúl Castro al frente del país?
No se olvide que Raúl Castro actúa bajo el gobierno del Partido Comunista. Por tanto, con Raúl Castro al frente de la nación es, a mi juicio, impensable ningún cambio político en la isla, por mucho que se vendan iniciativas de aperturismo, como la supuesta venta libre de teléfonos móviles (hasta ahora prohibida para los cubanos residentes en la isla), cuyos precios, dicho sea de paso, los hacen inalcanzables para un pueblo que, acostumbrado a sufrir, sólo piensa en lo que tiene para comer mañana. Raúl Castro, además, no tiene la capacidad intelectual ni el carisma de su hermano. Ni los “fieles” seguidores de Fidel están dispuestos a serlo con su hermano. Ahora, mientras vive Fidel Castro, lo aceptan. Pero cuando muera Fidel, todos saben que es obligado un cambio. Por eso es importante que se vaya preparando el mismo a fin de encauzarlo adecuadamente. Por eso, contestando a su pregunta, el régimen está avocado a desaparecer, a su auto-exterminio. No sabemos cuándo ni de qué forma. Por eso es necesario que los cubanos vayan organizándose –con todas las limitaciones que hay dentro de la isla-, dialogando sin miedo a represalias, y contando con el apoyo internacional, a fin de que desde dentro se propicie de la mejor manera posible el cambio, porque éste es inevitable que llegue, porque es imposible que en el orbe subsista una cárcel, más grande que Guantánamo, en medio del Caribe.
¿De qué manera cree que puede afectar al futuro de la isla la reciente llegada de Barack Obama al poder en EE UU?
Es claro que la llegada de Barack Obama a la presidencia de los EE.UU. va a generar un “nuevo clima” en las relaciones de Cuba con USA, y, en consecuencia, con el resto del mundo. Esperamos que no se traduzca sólo en la posibilidad de poder viajar los cubanos residentes en EE.UU. a la isla, sino en la apertura recíproca de la isla al mundo, y del mundo a la isla. Lo que ocurre en Cuba no es un problema de malas relaciones bilaterales con EE.UU., sino de falta de democracia y represión. Obama debería, igual que ha hecho con el “asunto Guantánamo”, exigir, en la misma línea de los derechos humanos, que se libere de una vez por todas a los presos políticos, de conciencia, que llevan años encarcelados y torturados sólo por no pensar como Fidel y añorar la libertad y que están demostrando que frente a la imposición está la dignidad de los que no se rinden ante la tiranía de Castro, con la admiración de todo el mundo. El nuevo presidente de los EE.UU. debería, al menos, romper con el “`pacto de silencio” que se cierne sobre la situación cubana, porque lo que hay en Cuba no es socialismo…, que se lo pregunten al pueblo. Pero, vuelvo a decir, la iniciativa del cambio es del pueblo cubano. El mundo libre ha de exigir al gobierno cubano que propicie los mecanismos legales para realizar elecciones que permitan que los cubanos elijan a los que quieren que les gobierne y se restablezcan las libertades y los derechos inalienables del ser humano.
¿Qué labor realiza habitualmente la Asociación Cubano-Española de Derecho?, ¿cuántas personas forman parte de ella?
La Asociación Cubano-Española de Derecho (ACED) es una asociación que tiene por finalidad el conocimiento y rescate de las instituciones de Derecho histórico español en Cuba y el conocimiento de la realidad jurídica cubana, así como la promoción de foros jurídicos que sirvan para la restauración democrática y el establecimiento de un Estado de Derecho en Cuba. La ACED es un foro jurídico que la integramos un nutrido grupo de juristas que trabajamos desinteresadamente para aportar experiencias, ideas y proyectos de reformas legislativas que ayuden a que el pueblo cubano pueda recuperar, de forma gradual y ordenada, el respeto a los derechos humanos y a la libertad, a la par que el cambio político que lo haga posible, que devuelva al pueblo el protagonismo en la vida social y política del país. Nuestra labor se centra, pues, en aportar ideas que puedan ser tomadas por los verdaderos protagonistas –el pueblo cubano- que facilite una transición democrática en la isla. Somos un foro de juristas cubanos y españoles comprometidos con la libertad y el respeto a los derechos humanos; y formamos parte del foro jurídico cubano, junto con el colegio de abogados de La Habana en el exilio, el Colegio Nacional de Abogados de Cuba en el exilio, el Colegio de Notarios Públicos Cubanos y la Cuban-American Bar Association. El pueblo cubano quiere un cambio. Nosotros ayudamos, en lo que nos piden, para hacer posible que se produzca una transición no violenta, que vaya “de la ley a la ley”, en la que tengan voz y voto todos los cubanos, los de dentro y los de fuera. Para que sea posible esta transición es necesario contar con todos; asegurar que no habrá revanchas; pero sí justicia, lo que pasa inexorablemente por la puesta en libertad de los presos de conciencia, la libertad de reunión, la devolución de las propiedades confiscadas al tiempo que se confiera a todo cubano una vivienda digna, la convocatoria de elecciones libres, etc. Desde la ACED estamos en contacto tanto con disidentes cubanos –que se juegan la vida por contactar con el exterior- y con el exilio cubano, tanto el de EE.UU. como el de España. Nuestra asociación trabaja, sin ningún protagonismo, en línea con la Federación Española de Asociaciones Cubanas (FECU). La disidencia y la diáspora engloban muchas tendencias; pero todas ellas coinciden en lo que quieren para Cuba; este común denominador es el que hay que fomentar y fortalecer, con diálogo, a fin de partir de unos mínimos que hagan posible el retorno a la democracia y a la libertad para todos los cubanos, independientemente de lo que piensen o crean a través de una hoja de ruta que se base en los siguientes postulados: ley de amnistía para todos los presos políticos y de conciencia, ley de libertad de reunión, asociación y prensa, ley de cambio político y referéndum a la nación, creación de una Asamblea Constituyente, redacción de una nueva carta magna y elecciones libres y pluripartidistas para elegir el Parlamento y el Gobierno.
¿Apoyan ustedes la concentración que hay convocada mañana, a las 12:00 horas, en la Puerta del Sol?, ¿por qué?
La ACED está comprometida con la restauración democrática de Cuba y el establecimiento del Estado de Derecho, donde impere la ley y el respeto a los derechos y a las libertades que corresponden al género humano, del que el pueblo cubano no puede ser una excepción. En este sentido, pese a no ser convocantes, sí que nos unimos y apoyamos la concentración de mañana en la Puerta del Sol que lleva como lema “Cuba: medio siglo sin libertad”, convocada por la Asociación de Iberoamericanos por la Libertad (AIL) y la Asociación Española Cuba en Transición (AECT), coincidiendo con el cincuenta aniversario de la revolución cubana; cincuenta años durante los cuales en Cuba no se respetan los derechos humanos y las libertades públicas e individuales. Nuestra presencia será una muestra de solidaridad con el pueblo cubano, víctima de la represión totalitaria, a quienes hemos de mandar un mensaje esperanzador y de apoyo.