Miles de Personas Celebran el día de San Isidro en Madrid
Paula Gordon Gimeno. Un año más, con motivo de la celebración de las fiestas de San Isidro Labrador, patrón de Madrid, el día 15 de mayo, miles de personas acudieron en romería a la pradera que lleva su nombre como es tradición entre los madrileños. A la devoción de los romeros les acompañó el buen tiempo todo el día, por lo que fueron muchos los que quisieron acercarse a beber el agua con fama de milagrosa de la fuente del santo. Algunos llegaron a esperar colas de hasta hora y media. Estas bulliciosas romerías se hicieron internacionalmente famosas gracias a las magistrales pinturas de Goya.
La fama de santidad acompañó a San Isidro ya en vida y poco tiempo después de su muerte en 1130 comenzaron las peregrinaciones y romerías a un pequeño oratorio que levantaron sus conciudadanos para custodiar el manantial de agua descubierto por él y con fama de milagroso, y para recordar el lugar donde fueron vistos ángeles labrando las tierras de su señor, Iván de Vargas, mientras el santo rezaba.
San Isidro fue un madrileño perteneciente a una familia mozárabe. Así se denominaba a los cristianos que habían permanecido fieles a la fe cristiana en territorio bajo dominio musulmán, a veces teniendo que soportar circunstancias muy duras y difíciles. Nació en Madrid en 1080 y casó con una mujer que sería canonizada también, Santa María de la Cabeza. Se dedicó toda su vida a trabajar el campo, de ahí su apodo de “labrador”. Su cuerpo se conserva incorrupto en la colegiata que lleva su nombre en el nº 37 de la calle Toledo de Madrid.
En la fachada de la actual ermita hay un cartel que recuerda que fue la emperatriz Isabel de Portugal, esposa de Carlos I de España, quien levantó una capilla en 1528 en agradecimiento al santo por haber curado a su esposo y a su hijo, el futuro Felipe II, de una enfermedad. Aunque la actual ermita es una reconstrucción posterior de 1725, ya que la del s. XVI se destruyó. Dña. Isabel de Portugal siempre tuvo una gran devoción por San Isidro, devoción que transmitió a sus hijos Felipe II de España y María, emperatriz de Austria, lo que llevó a ambos a impulsar su proceso de beatificación ante el papa. Fue canonizado el 12 de marzo de 1622 junto a nada menos que Santa Teresa de Jesús, San Ignacio de Loyola, San Francisco Javier y San Felipe Neri.
San Isidro Labrador fue el primer laico, casado y padre de un hijo, santificado por un proceso de la Sagrada Congregación de Ritos.