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Diario YA


 

ZP decide apartar a la señora Chacón de la portavocía de la comisión para poner en su lugar al señor Moratinos

Moratinos-ZP-Chacón, chapuza tras chapuza

Miguel Massanet Bosch. Los acontecimientos se suceden en el secuestro del pesquero Alakrana de modo que ni la pericia del gobierno socialista que padecemos en encubrir con cortinas de humo todo aquello que le puede perjudicar, ha podido llegar a ocultar el modo chabacano con el que se nos quieren vender los sucesos de Somalia, dándonos gato por libre, pensando, con toda probabilidad, que los españoles nos tragamos todos los bulos del Gobierno. Todavía resulta más lastimosa la forma con la que se está tratando a los propios familiares de los marineros secuestrados, a los que primero se los trata de silenciar y, posteriormente, se les quiere dar esperanzas para que no sigan “incordiando” al Gobierno; pretendiendo hacerles creer que los tres marinos que los piratas trasladaron a Somalia ya habían regresado al barco y estaban de nuevo con sus compañeros. Claro que quien escuchase ayer a Moratinos podía percibir un detalle muy significativo, ya que cuando  dio la noticia se protegió “hábilmente” diciendo que estas eran las noticias que había recibido del gobierno somalí. Sería interesante que aclarara de cuál de ellos, porque, de todos es sabido, que Somalia está enzarzada en una guerra entre varios señores de la guerra y que toda ella está en un verdadero caos.

En todo caso, la situación permanece en stand by y no parece que se avance mucho cuando, desde las informaciones que se reciben de aquellos parajes, al menos las que oficialmente se nos dan sobre la situación del secuestro, no se observan variaciones destacables. Los piratas siguen reclamando la devolución de sus dos compañeros, hoy retenidos judicialmente en España; sin que cualquier ofrecimiento que se les pueda para liberar a los secuestrados, se pueda considerar aceptable por ellos, según ha dicho un tío de uno de los piratas retenidos en España, si no se procede a liberarlos. Dice Abdulahi Abdisalán: “no les liberaremos hasta  que nuestros hijos regresen a Haradheere”. No parece que, por  parte de esta banda de desalmados, haya progreso alguno. Lo que sí se está demostrando es que, los piratas, saben manejar la situación con más astucia y eficacia que la diplomacia española, encabezada por el inefable señor Moratinos, experto en meter la pata en cuantos asuntos caen en sus manos; dirigido o tele dirigido  por el señor Rodríguez Zapatero, al que este tipo de asuntos que no sabe por donde hincarles dientes lo que le saca de sus casillas.

Por otra parte, el desconcierto del Ejecutivo se está demostrando cuando, de pronto, po ZP decide apartar a  la señora Chacón de la portavocía de la comisión para poner en su lugar al señor Moratinos, mientras, la señora De la Vega, que debe tener “asuntos muy importantes que resolver en Argentina” se ha autoexcluido para que no le salpiquen los resultados de estas movilizaciones que se están llevando a cabo en Vigo y en algunos puertos del País Vasco para reclamar más eficacia al Gobierno. Su tardío mensaje, llegado desde aquellas tierras, tiene todo el aspecto de un recurso in extremis para intentar cubrirse las espaldas con unas cuantas frases hechas, a las que es tan aficionada, pero que no aclaran el motivo “urgente” que la ha apartado del caso, precisamente en un momento de tanta tensión y de tanto peligro para nuestros marinos del Alakrana. Otra vez, la improvisación del Ejecutivo, su desorientación y el ir colgado siempre de los acontecimientos, de forma que sólo actúa cuando la calle se mueve o, lo que es lo mismo, cuando ve peligrar votos que, en definitiva, es lo que verdaderamente tiene obsesionado al señor ZP.

Llevamos un mes largo del secuestro y, pese a las previstas palabras de calma con las que nos van bombardeando los señores Blanco, Moratinos y De la Vega o las endebles justificaciones de la Chacón para camuflar los motivos que la han apartado de la primera línea del conflicto hablando “de un ejercicio de coherencia”, o sea, su definición de lo que es una simple patada a su trasero. Todo el partido socialista reclama unidad y apoyo al partido de la oposición, el PP, cuando se encuentran enfangados hasta la cerviz, olvidándose de que no consultaron a sus rivales políticos cuando tomaron las primeras decisiones, torpes y equivocadas. No supieron comprender el dolor de los familiares de las víctimas y ahora, tarde y a destiempo, han intentado remediar el desafuero con engaños como el “truco” del señor Moratinos de querer hacernos creer que los enviados a tierra ya habían sido repuestos a su lugar en el barco, en compañía de sus compañeros de infortunio. Es posible que un marrón de semejante entidad sea algo que no es fácil de resolver; también se puede argumentar, como hace Moratinos para justificarse ante los ciudadanos, que no es fácil negociar con las autoridades de un país que está dividido entre varios señores de la guerra; no obstante, a diferencia de las reacciones de otros países, como Francia y los EE.UU, el Ejecutivo español ha reaccionado, como suele ser su costumbre, con suma lentitud; ha intentado utilizar la parsimonia, la prudencia, el dejar pasar el tiempo pensando, quizá, que los piratas, que no tienen otra cosa que hacer que aguardar tranquilos en su puesto, se cansarían y decidirían soltar a sus rehenes por simple agotamiento.

Lo único que se ha conseguido, con la captura de Willy y su compañero, ha sido tensar la situación, dándoles a los piratas más armas para justificar su postura intransigente y despojar de los pocos argumentos que les quedaban, a las autoridades de Somalia, para presionar a los secuestradores. Ahora el panorama se presenta sombrío, porque ya no se trata sólo de pagar un rescate, mayor o menor, si no que ya ha entrado en juego un nuevo factor que consiste en la solidaridad de los piratas y, acaso, del resto de los ciudadanos somalíes, con los apresados. España va a tener que mover pieza y, sea cual fuere la que se decida a mover, la partida, en esta ocasión, se decanta de parte de los secuestradores. Si España cede y deporta a los prisioneros, nuestro Estado de Derecho va a quedar mal parado y si, a sensu contrario, se los mantiene en chirona y se les juzga en España, los efectos pueden ser catastróficos para nuestros marineros en manos de unas personas que desconocen la clemencia y que, entienden muy bien aquello del ojo por ojo y diente por diente. Y ahora es cuando notamos las consecuencias de lo que sucedió hace unos meses, con otro pesquero español, que fue rescatado pagando lo que pedían los secuestradores y, de propina, se les permitió huir sin que ninguna de las naves españolas en la zona les fuera al alcance.

Un Gobierno de pacotilla, un Ejecutivo alfeñique, que no ha querido embarcar a soldados en los pesqueros, sólo porque no quiere reconocer que el Ejército está para defender a nuestros barcos y, si es preciso, disparar a matar. Ahora se pretende trasladar esta responsabilidad a mercenarios, a vigilantes privados a los que se les va a permitir usar armamento pesado, ametralladoras y vestirse como los comandos, pero , por chocante que nos pueda parecer, no serán soldados; como si la milicia no se pudiera “ensuciar” utilizando las armas de que dispone. Esta manía de pretender que ell Ejército hafa de nodriza, de ONG, de canguro,  que no pueda si no defenderse, pero nunca atacar; es el fruto de la política socialista de desprestigio de la clase militar. Plutarco decía algo muy atinado: “Un ejército de ciervos dirigido por un León es mucho más temible que un ejército de leones mandado por un ciervo “ y si, quien lo dirige, es una cierva, ¡ni te digo!