Nacionalistas "moderados"
Mar Hurtado. Hace pocas fechas se reanudaron las sesiones en el Congreso de los Diputados. Casi 50 días después de las Navidades (luego dirán de las vacaciones de los maestros), los representantes de la Nación se volvieron a ver las caras y a escenificar el sainete habitual, centrado en esta ocasión en la crisis económica y en la manera tan opuesta en la que gobierno y oposición analizan las mismas cifras. Un presidente del gobierno encantado de haberse conocido, ajeno a lo que sucede a su alrededor, capaz de decir que estamos igual que hace seis meses. El y los suyos desde luego, yo no sé si el medio millón de personas que perdieron su trabajo en ese plazo estarán igual, pero me parece que no.Mariano Rajoy espera a que la crisis se lleve por delante a su contrincante y le coloque a él en su puesto, y mientras tanto va moviendo sus piezas. En este momento el líder popular sería el más votado en unas elecciones, pero el vacío ideológico de los centrorreformistas les condena a una pequeña ventaja, insuficiente para gobernar con comodidad. Por ello se reunió de manera discreta, pero convenientemente aireada, con el líder nacionalista catalán Durán y Lleida, en la que supongo yo, los dos comenzarían la negociación de un posible cambio de cromos, tú me dejas tus diputados regionales y yo te garantizo estabilidad en tu futuro gobierno. Lógico, pensarán ustedes. Es prioritario sacar a ZP y sus secuaces del gobierno como sea ¿verdad?Pero detengámonos un minuto a reflexionar. El 1 de febrero, hace menos de un mes se dio en Cataluña el pistoletazo de salida de las elecciones autonómicas y en el acto en el que CIU designaba a Arturo Mas como candidato a Presidente regional, este se expresaba de la siguiente manera ante el auditorio: “no aceptaremos que se nos quiera convertir en una provincia de la nación española. No lo permitiré”.Cierto es que Cataluña no es una provincia española, sino una región, pero temo que el político catalán no iba por ahí. Más tarde, ante la atenta mirada de Jordi Pujol y del propio Durán Lleida, afirmó como uno de sus objetivos prioritarios: “situar a Cataluña como nación en Europa y el mundo”Bueno pues me temo que estos nacionalistas “moderados” son los que tendrán la llave de la gobernabilidad en España si es que Rajoy accede a la Moncloa. Es decir, a darles lo que pidan por esa boquita. Claro está que el líder popular podría, en un alarde de patriotismo, negarse a gobernar con quién así habla de España, pero eso supone perder el poder y temo que su amor a España llegará hasta donde le estorbe para alcanzar la presidencia.¿Qué tenemos entonces? Pues más del mismo. España puesta en manos de los que la quieren romper por los dos grandes partidos que anteponen sus intereses a los de la Nación, eso sí, sin que se les caiga de la boca aquello de los principios y los valores. ¿Dónde está el voto útil? ¿En que gobierne Mas o Urkullu en vez de Carod o Ibarreche? No se ustedes pero a mí no me alivia mucho. Se hace pues imprescindible la irrupción de nuevas fuerzas políticas que desbloqueen esta espiral de autodestrucción y aporten aire fresco a la política nacional. Alternativas que todavía están por emerger, desconocidas aún por el gran público, pero que constituyen la esperanza de muchos en una España mejor.Mientras, el Presidente del Congreso a lo suyo, tiene el valor de decir a modo de justificación que el gasto que supone la cámara alta es un poquito superior al precio por el que se fichó a Cristiano Ronaldo. La verdad es que pensándolo bien, algo de razón lleva el Sr. Bono. Sus señorías nos meten muchos goles.