Nadal vence al mejor Verdasco
Redacción Madrid. 31 de enero.
El tenista español Rafa Nadal hizo buena su condición de número uno del mundo y se clasificó con apuros para su primera final del año en el Abierto de Australia, primer 'Grand Slam' del año, al derrotar a su compatriota Fernando Verdasco tras un partido apasionante.
El manacorí disputará el domingo ante Roger Federer su primera final en Melbourne Park al haber remontado ante el madrileño para imponerse por 6-7(4), 6-4, 7-6(2), 6-7(1) y 6-4 después de cinco horas y 14 minutos de intenso partido, que el madrileño cedió de la peor forma posible, con una doble falta.
El saque, que le había funcionado con gran precisión --20 'aces'--, terminó convirtiéndose en el verdugo de un Verdasco que ha demostrado a lo largo de estas dos semanas que es uno de los jugadores a tener en cuenta en esta nueva campaña, pues cometió dos dobles faltas casi consecutivas para despedirse con amargura del torneo 'aussie'.
Enfrente tenía a un campeón al que había eclipsado por momentos, no en vano firmó 95 'winners' por sólo 52 de Rafa, y tan sólo le permitió aprovechar cuatro de las 20 bolas de 'break' que dispuso. Pero Nadal, más curtido en estas lides, tiró de eficacia en el momento oportuno y celebró su triunfo como un caballero, al no dudar en saltar la red para fundirse en un abrazo con el vencedor moral de la cita.
Verdasco saltó a la cancha decidido a dar la sorpresa y lanzó rápidos avisos a Nadal. El zurdo madrileño deslumbró al anotarse el tercer juego en blanco (2-1) mientras Nadal miraba impasible desde el otro lado de la red.
El héroe de la última Copa Davis seguía en la línea que le ha permitido superar a Andy Roddick y Jo-Wilfried Tsonga y no tenía ningún complejo ante el número uno del mundo. Mordaz con el servicio y solvente al resto, Verdasco ofrecía mejores sensaciones que su adversario.
De hecho, gozó de la primera bola de 'break' del partido en el cuarto juego y achuchó a Nadal al quedarse a un paso de las bolas de set tanto en el décimo juego como el duodécimo. Sin embargo, no era capaz de apuntillar al manacorí más experto en estas lides y que se sacaba la presión a base de 'aces'.
Con un saque directo, el balear forzó el 'tie-break', pero no pudo evitar que Verdasco, con ayuda de la cinta, se llevara la primera manga y pusiera a un Nadal que no había cedido ningún set en el torneo en serios apuros.
NADAL INICIA LA REMONTADA
En el segundo set, el balear subió el ritmo de su juego. Dispuso de cuatro bolas de rotura en el octavo juego, y a pesar de cambiar de raqueta para restar mejor, no pudo transformarlas, pero consiguió apuntarse la manga al resto por 6-4.
Empatada la contienda, Nadal, que había tenido ciertas diferencias con el juez de silla, se calmó y ofreció su mejor versión. El tetracampeón de Roland Garros puso en escena el guión habitual, rotura tempranera (2-0) para encarrilar el partido.
Pero no contaba con las ganas de Verdasco de brillar al más alto nivel. El madrileño devolvió el 'break' y la igualdad volvió al electrónico. Los intercambios rayaban la perfección y el balear volvió a salir al ataque (4-2), pero no era capaz de despegarse de su combativo adversario (4-3). Una vez más la muerte súbita tuvo que decidir el ganador del parcial, que fue a subir al contador de Nadal.
El partido tenía una intensidad que comenzó a pasar factura a Verdasco, menos acostumbrado a los maratones, que tuvo que pedir la entrada del masajista en dos ocasiones al comienzo del cuarto acto. De todos modos, sus molestias fueron pasajeras y su juego siguió creciendo.
El reciente finalista en Brisbane demostró que es otro tras su estancia navideña en Las Vegas y siguió brillando con su servicio --de hecho tardó más de cuatro horas en cometer una doble falta-- para poner cada vez en más apuros al balear.
Con mucha confianza en sus posibilidades, firmó casi el doble de 'winners' que su rival --95 por 52-- y cuando se necesitó un nuevo 'tie-break' no le tembló el pulso y se puso con un 6-0 que dejaba a Nadal sin opciones, sólo pudo evitar el 'rosco' con un punto.
VERDASCO FALLA EN EL PEOR MOMENTO
El set definitivo dejó momentos de gran tenis. A pesar de que los peloteos ya no eran tan intensos, ninguno bajaba la guardia. Nadal atacaba más y gozó de dos bolas de 'break' ya en el segundo juego aunque no pudo rematarlas.
De todos modos, su increíble mentalidad era su mejor baluarte y no cejó en su empeño. Así tuvo una nueva opción de rotura en sexto juego y las definitivas en el décimo, tras aprovechar sendas dobles faltas de un Verdasco al que se le encogió el brazo en el peor momento.
Así, Nadal se clasificó con mucho trabajo para su primera final en Australia, recogiendo el testigo de su amigo Carlos Moyà, que fue el último integrante de la 'Armada' en jugar por el título ya hace doce años ante Pete Sampras.
El domingo, el campeón olímpico, cuarto español en la final oceánica, tendrá la opción de convertirse en el primer español en luchar por el título y para ello volverá a cruzarse en su camino el suizo Roger Federer.
Los precedentes invitan al optimismo, ya que el manacoría cuenta con una balance de 12-6 a su favor y derrotó al helvético las cuatro ocasiones que se midieron en 2008, brillando en las finales de Roland Garros y Wimbledon.
Sin embargo, Federer ya sabe lo que es ganar en Australia, cuenta con tres coronas en su palmarés, y con el aliciente de intentar igualar a Pete Sampras como máximo vencedor de un 'Gran Slam' pues conquistaría su decimocuarto trofeo.