Nadie se atreve a proponer la creación de un fondo europeo
Redacción Madrid. 2 de octubre. El presidente francés, Nicolas Sarkozy, ha organizado una 'minicumbre' este sábado 4 de octubre en París con la canciller alemana, Angela Merkel, el primer ministro británico, Gordon Brown, y su homólogo italiano, Silvio Berlusconi, miembros europeos del grupo de países más industrializados del mundo más Rusia (G-8), para tratar de buscar una respuesta coordinada ante la crisis financiera internacional.
El encuentro, al que también están invitados el presidente de la Comisión Europea, Jose Manuel Durao Barroso, el del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker y el del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, viene precedido por la fuerte tormenta que ha desatado la posibilidad de crear un fondo europeo para salvar el sistema bancario de este lado del Atlántico, una idea que nadie ha llegado a proponer formalmente, de la que nadie asume la autoría y que ha cosechado un unánime rechazo.
La prensa europea se hacía hoy eco de un posible plan de 300.000 millones de euros destinado a reflotar el sector bancario europeo que el presidente Sarkozy presentaría el sábado a sus colegas en tanto que presidente en ejercicio de la Unión Europea, pero los desmentidos categóricos han sido la tónica durante toda la jornada en París, comenzando por el propio Sarkozy quien negó "la cantidad y el principio" de un fondo de estas características.
En Bruselas, la Comisión Europea se negó a valorar la idea y se limitó a reiterar que es necesaria una "respuesta coordinada europea" para hacer frente a la actual crisis. "El presidente cree en la necesidad de una respuesta europea coordinada y el presidente cree también que hay que evitar las especulaciones", dijo el portavoz de Barroso, Johannes Laitenberger.
El presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, argumentó que la Unión Europea no necesita un plan de rescate de bancos similar al que se va a aprobar en Estados Unidos porque la situación del sistema financiero comunitario, pese a las "dificultades" de los últimos días, es "más estable" que la norteamericana.
"No veo la necesidad de que tengamos ese tipo de plan en Europa", dijo Juncker durante una entrevista con la radio alemana Deutschlandradio Kultur. "La crisis estadounidense es mucho más profunda. En Europa, nuestros centros financieros, nuestros bancos, a pesar de las dificultades de los últimos días, se encuentran en una situación más estable", añadió.
Mientras, en Londres un portavoz del primer ministro británico, Gordon Brown, aseguraba que pese al apoyo del Reino Unido al plan de rescate elaborado por la Casa Blanca "no hay previsión de que los mandatarios europeos aborden una medida similar para el continente".
En este sentido, y después de que hace siete días Brown ya hubiese descartado un paquete análogo en Londres, el portavoz de Downing Street subrayó: "No anticipamos ninguna discusión de un fondo de rescate en la Unión Europea durante la reunión del sábado", en la que el objetivo será "discutir cómo cada una de las cuatro principales economías de Europa están respondiendo a la crisis global".
No obstante, la ministra francesa de Economía, Christine Lagarde, mencionaba en una entrevista al periódico alemán 'Handelsblatt' la posibilidad de crear un fondo común como "solución de socorro europeo" para salvar los bancos de los Estados más pequeños, si bien no daba cifras.
La idea fue rápidamente rechazada por Berlín. Además, la canciller Angela Merkel dejó claro que su Gobierno no está dispuesto a dar un cheque en blanco a ningún banco, aunque sí está decidido a limitar el impacto económico de la crisis en la economía germana.
"El Gobierno federal no puede y no dará un cheque en blanco para todos los bancos, independientemente de si se comportan de una forma responsable o no", afirmó Merkel en una entrevista en el semanario 'Bild'.
El revuelo creado por la iniciativa cuya autoría se atribuye al ministro neerlandés de Finanzas, Wouter Bos, al sugerir un fondo de reserva integrado por el 3% del PIB de cada Estado miembro, llevó hoy al propio primer ministro de Países Bajos, Jan Peter Balkenende, que se entrevistó en París con Sarkozy, a empezar hablando de un "malentendido" para terminar oponiéndose a la propuesta y defendiendo una "coordinación" de los países de la UE.
La cita del sábado tendrá por tanto como objetivo "preparar la contribución de los miembros europeos del G8 a los próximos encuentros de este tipo dedicados a la crisis financiera internacional", según el comunicado oficial de la presidencia gala, dado que luego será el Consejo Europeo de los próximos 15 y 16 de octubre quien se pronuncie sobre la crisis y Sarkozy quiere organizar también antes de fin de año una cumbre con los miembros del G8 ampliado a los países emergentes.
Se trata pues, en palabras del consejero especial de Sarkozy, Henri Guaino, de evitar que "todos adopten medidas de 'sálvese quien pueda' que podrían poner en peligro a todo el mundo". Guaino mencionó en concreto la decisión de Irlanda de garantizar los fondos de los bancos irlandeses, asunto que podría igualmente abordarse durante la minicumbre de París.
Al mismo tiempo, dejó claro el mensaje que han venido repitiendo los gobiernos desde que la crisis originada en Estados Unidos saltó al Viejo continente: "Hay que evitar que un sólo gran banco europeo quiebre". En todo caso, Francia quiere extender igualmente la filosofía de que "salvar los bancos es salvar los ahorros de los contribuyentes pero en absoluto es salvar a los banqueros", de ahí que Francia prepare ya una legislación para terminar con las indemnizaciones millonarias de los directivos.