Ni los inmigrantes aumentan la natalidad
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Redacción Madrid. 21 de enero. El empuje al crecimiento de la población en España registrado con la llegada masiva de inmigrantes desde finales de los años noventa parece que no va a durar muchos años más, hasta el punto de que nuestro país, que ahora tiene 46 millones de habitantes, no superará los 49 millones hasta 2018.
De acuerdo a nuevas hipótesis consideradas por el INE. los nacimientos alcanzarán su valor máximo desde 1983 en el presente año 2009 y descenderán paulatinamente a partir de 2010.
La Proyección a Corto Plazo de la Población elaborada por el INE bajo los supuestos de natalidad, mortalidad y saldo migratorio, prevé una desaceleración de la tasa de crecimiento de la población de España, desde el 1,8% anual registrado en 2007 hasta el 0,7% en 2010. Posteriormente, y hasta 2018, se prevé una estabilización de dicha tasa. Si durante el periodo 2002-2008 la población residente en España creció a un ritmo anual medio de 720.000 habitantes, en los 10 próximos años se prevé de acuerdo a las hipótesis más plausibles un crecimiento medio anual en torno a los 380.000. No obstante, y dado el elevado dinamismo demográfico de los últimos años, España superará los 49 millones de residentes en 2018.
De acuerdo con las estimaciones establecidas, España habrá alcanzado el máximo dinamismo vegetativo de las dos últimas décadas en 2008, con una diferencia favorable de nacimientos sobre defunciones de 122,2 miles de personas. Desde ese momento se experimentaría un descenso hasta un excedente vegetativo de 40,2 miles de personas durante 2017. Se estima que los nacimientos alcanzarán un máximo en 2009, ligeramente por encima de los 500.000 al año. Será el valor más elevado desde 1983, aunque inferior a la cifra máxima alcanzada en 1976, de 677.456 nacidos.
A partir de 2010 se prevé una reducción paulatina del número de nacidos, como consecuencia de la entrada en las edades más fecundas de generaciones de mujeres menos numerosas.
Las defunciones anuales medias del periodo de proyección se incrementarán en unas 20.000 respecto a las medias observadas en los años 2002 a 2007, a pesar de las hipótesis que se han planteado sobre continuación de la mejora en la esperanza de vida.
La migración exterior en España ha sido el factor clave del crecimiento en los últimos años, puesto que ha representado entre el 84,4% y el 92,8% del crecimiento demográfico anual durante el periodo 2002 a 2007. Pero desde el INE se destaca que la inmigración exterior es el componente más volátil e incierto en el futuro cercano.
Las hipótesis de migración exterior de la Proyección suponen que la inmigración en España sufrirá una severa corrección durante los años 2009 a 2011, pasando de los 958,3 miles de inmigrantes registrados durante 2007 a 442,8 miles en 2010.
A partir de ese punto, y teniendo en cuenta tanto las inercias establecidas como el número de inmigrantes recientes residentes en España, las hipótesis de la Proyección suponen que se producirá una estabilización de las entradas exteriores netas, con lo que las llegadas a España durante la próxima década serán inferiores a los cinco millones de inmigrantes.
El saldo migratorio para el periodo 2008-2017 se estima que será de 2,93 millones de personas. Esta cifra será comparativamente inferior al saldo de 2,56 millones registrado tan solo entre los años 2004 y 2007.
De acuerdo con los parámetros de este ejercicio de proyección, la población entre 16 y 64 años crecerá un 4,7% desde 2008 y se incrementará 1,44 millones de personas en 2018. Por su parte, los menores de 15 años aumentarán un 13,1% (921 mil personas más). Este incremento se produciría por la acción combinada de fecundidades crecientes y mayores efectivos en los grupos de edades de mujeres potencialmente fecundas. Se estima que el mayor incremento se producirá en el grupo de edad de mayores de 64 años, que crecerá un 19,2% en la próxima década. Ello supondrá añadir 1,44 millones de personas de estas edades a los residentes en España.
Ante esta evolución de la estructura por edades, la tasa de dependencia (entendida como la relación entre la población menor de 16 años o mayor de 64 y la población de 16 a 64 años) continuará su tendencia ascendente y pasará del 47% al entorno del 53%.
Según las hipótesis elaboradas para esta Proyección, el Índice Sintético de Fecundidad, o número medio de hijos por mujer, mantendría su ritmo de crecimiento, pasando de los 1,39 observados en 2007 a los 1,46 en 2017. Este índice se estima reflejará el efecto de la población extranjera sobre el mismo que se viene observando en los últimos años La aportación de las mujeres inmigrantes explicaría también que la edad media a la maternidad se estabilizará en torno a los 31 años. Por su parte, se supone que la esperanza de vida se incrementará casi dos años en los varones y 1,5 años en las mujeres.
El efecto de las hipótesis elaboradas sobre las poblaciones de partida da como resultado que las comunidades autónomas de crecimiento demográfico relativo más intenso en la próxima década serán Castilla-La Mancha (17,5%), Región de Murcia (16,6%), Baleares (15,9%) y Comunidad Valenciana (14,4%). De esta forma las zonas peninsulares del centro-sur, levante y las islas se configurarían como el principal vector geográfico del crecimiento de la población resiente en España durante los 10 próximos años.
Por el contrario, de acuerdo con los parámetros considerados como más seguros la población decrecerá en el Principado de Asturias (1,7%), País Vasco (1,3%) y Galicia (1,2%), ya que el descenso del saldo vegetativo de estas comunidades autónomas no se vería compensado por los saldos migratorios interiores y exteriores.
Uno de los resultados más relevantes de esta Proyección de la Población de España a Corto Plazo es que, en la próxima década, se estima que las defunciones excederán a los nacimientos en siete comunidades autónomas (Galicia, Castilla y León, Principado de Asturias, País Vasco, Extremadura, Aragón y Cantabria).