Diario Ya. El Gobierno nigeriano ha reconocido por primera vez estar negociando con los terroristas islamistas Boko Haram de manera ‘indirecta’, según ha declarado el portavoz de la presidencia, Reuben Abati, en una reciente entrevista con los medios: “Estamos usando canales indirectos para tratar de entender exactamente las quejas de estas personas y qué pueda hacerse para resolver la crisis, con el objetivo de asegurar la paz y la estabilidad para Nigeria”.
Por su parte, algunos miembros del grupo , no solo niegan mantener el diálogo con las autoridades nigerianas, si no que amenazan con atentar contra los medios de comunicación que difundan esta noticia.
Las polémicas declaraciones realizadas por el Presidente de Nigeria, Goodluck Jonathan, en las que llama “hermanos” a la secta islámica Boko Haram, autora de una multitud de asesinatos, matanzas y secuestros en el país, ha provocado que las Asociaciones Cristianas de Nigeria (CAN) exijan su dimisión.
Goodluck Jonathan, se hizo cargo de la presidencia, en principio de manera provisiona,l el 9 de febrero de 2010, debido a una enfermedad del anterior presidente, Umaru Yar’Adua, y después de dos años en la vicepresidencia del ‘Partido Democrático Popular’ de Nigeria. Sin embargo, el fallecimiento repentino de Yar’Adua motivó que se mantuviera en el cargo hasta la celebración de nuevas elecciones el 16 de abril de 2011, donde obtuvo una victoria procedente en su mayor parte de la mayoría cristiana del sur, con más de 20 millones de votos, ya que el norte prefería al ex dictador y militar Muhammadu Buhari.
Este apoyo incondicional que los cristianos de Nigeria pusieron de relieve en las urnas, se ha visto sin embargo defraudado a tenor de los acontecimientos. Aunque los miembros de CAN han solicitado la ayuda y protección al gobierno de Jonathan en numerosas ocasiones, debido a los numerosos ataques perpetrados contra los cristianos, el Gobierno nigeriano no ha sido capaz de frenar unos actos criminales que se siguen sucediendo.
Pero ha sido la declaración del Presidente Jonathan “Los seguidores de la secta Boko Haram son nuestros hermanos, y no se puede usar el ejército para eliminar tu familia” la que ha alertado a la CAN, -formada por un grupo de las principales confesiones cristianas de Nigeria que actúa en todos los Estados del país- y le han llevado a solicitar la dimisión del Presidente.
En declaraciones de la CAN, “Goodluck Jonathan no ha afrontado con prontitud la insurrección guiada por Boko Haram”.
El grupo religioso fundamentalista islámico Boko Haram, fundado en 2002, significa ‘la educación occidental es pecado’, y pretende establecer la Sharl’a (ley islámica) en los 36 Estados de Nigeria. En 2009 iniciaron una violenta campaña después del asesinato de su líder Mohammed Yusuf. A finales de diciembre 2011, el gobierno nigeriano declaró el estado de emergencia en cuatro estados del norte y del centro del país, a raíz de una serie de atentados atribuidos a la organización Boko Haram. Sin embargo, los atentados se prolongan hasta la actualidad
La ola de matanzas y masacres cometidas por el grupo fundamentalista ha sido especialmente sangrienta durante los últimos meses. A principios del mes de agosto, en la localidad de Otite (Kogi) fueron asesinadas 16 personas mientras leían la Biblia. En la tarde del mismo día, un grupo de hombres armados de la secta consiguieron entrar en la Iglesia Deeper Life Bible y disparar a mansalva contra la multitud de cristianos que se encontraban celebrando culto en el templo. En su afán por matar sin piedad al mayor número posible de creyentes, el grupo Boko Haram comenzó a disparar a toda persona que se mantuviera cerca de la Iglesia, con lo cual asesinaron a varios estudiantes y ciudadanos que simplemente pasaban por allí, según informó en su momento la Agencia Nacional para la Gestión de Emergencias, Agi Yushau Shuaib (NEMA).
Y, solo unos días más tarde, el 12 de agosto, este grupo armado asesinaron al policía que custodiaba la Iglesia ‘All Saints Catholic’ al noreste del país, en el estado de Gombe. No murieron más personas porque los cristianos que se encontraban en el momento del asesinato rezando en el templo, pudieron cerrar las puertas para protegerse.