Carlos Pascual. El Nissan Pulsar es un vehículo del segmento C en que que podemos encuadrar a prácticamente la totalidad de los compactos medios que se venden en el interior de nuestras fronteras. La unidad probada correspondiente al acabado más alto de la gama N-Tech que incluye tapicería de cuero, asientos calefactados, asistente de ángulo muerto, frenada de emergencia, navegador, llantas de 17 pulgadas, visión 360º…

Desde el exterior muestra una pronunciada elevación con dos prominentes jorobas en el capó que dan lugar a un habitáculo con gran visibilidad de gran superficie acristalada, y una zaga muy similar a la del qashqai siguiendo el lenguaje de diseño del fabricante nipón.

El interior, muy bien rematado con un mimo exquisito por el detalle que aunque con plásticos duros, no son incómodos ni al tacto ni a la vista. El tapizado de los asientos en cuero de calidad bien rematado y su ampliación a los paneles de las puertas, solo en las delanteras, crea una atmósfera de confort que invita a realizar kilómetros y no sentirse incómodo en los atascos matutinos. Por otra parte los instrumentos se encuentran muy a mano siendo fácil de manejar cualesquiera sean los controles necesarios.

En cuanto a habitabilidad en las plazas traseras,el Pulsar nos ha sorprendido para bien. El espacio para las piernas es suficiente para cualquier adulto, a excepción -como de costumbre- de la plaza central en la que es difícil acomodarse. En cuanto a capacidad de carga también nos ha gustado, 385 litros que lo sitúan por encima de rivales como el Golf o el SEAT León. Con la posibilidad de abatir los asientos dejando un muy buena superficie de carga.

Desde el punto de vista dinámico el motor 1.5 dci de origen Renault del que estaba provista nuestra unidad de pruebas cumple con notable suavidad, es algo perezoso hasta que nos otorga todo el par mediante la sobrealimentación del turbo pero una vez te acostumbras es muy fácil de manejar, con él hemos obtenido consumos ridículos -Quizá este sea el punto fuerte del pulsar- llegando a dejar la aguja en 2.9 litros cada 100 kilómetros recorridos en autopista; curioso es por otra parte cómo debido al comportamiento del motor el Nissan Pulsar consume menos carburante a velocidades en torno a los 100 km/h. En recorridos urbanos es díficil superar los 5 litro de carburante por cada 100 kilómetros recorridos. Y llevándolo al extremo no llega a los 9 litros de combustible por cada 100 kilómetros de alegrías.

  En cuanto a frenada la mordiente es suficiente en los primeros momentos más adelante tienden a fatigarse y el pedal se vuelve algo esponjoso, aunque esto solo se sufre llendo muy cerca de los límites.

 El Pulsar ha sido pensado con el confort en mente y ello también se nota en su comportamiento, con un tarado de suspensiones algo blando que permite un balanceo de la carrocería notable, principalmente en las frenadas algo que resta seguridad a ritmos elevados, aunque otorga al Nissan pulsar un confort muy elevado. A pesar de ello su comportamiento es muy noble, sin extraños con un levísimo carácter subvirador de vehículo con tracción delantera, que pronto podremos controlar dejando que la trasera deslice con nobleza.

 El Nissan Pulsar es una muy buena alternativa para aquellos que desean tener un vehículo polivalente por menos de 20.000 € y que realmente esté bien equipado, rematado y mantenga unos consumos con los que tendrás que preguntarle al GPS dónde hay una gasolinera por haberte olvidado de dónde estaba.