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Diario YA


 

Mi Opinión

No es oro todo lo que reluce

Wenceslao Pérez Gómez. 15 de junio. Hace unas semanas, el grupo austriaco-canadiense Magna se hacía con la marca alemana de automóviles Opel, adquiriéndola a la norteamericana General Motors, debido a las dificultades económicas por las que ésta, está pasando. 
 
Cuando salta esta noticia, el Ministro de Industria español, el ínclito Miguel Sebastián, sale a la palestra diciendo que la factoría de Opel en la localidad aragonesa de Fiigueruelas, era “la joya de la corona”, aunque no había corona. Con ello, quería dar un mensaje de tranquilidad a los 7.500 trabajadores de la fábrica de Opel en España, asegurando que con la adquisición hecha por Magna, los puestos de trabajo en Figueruelas podían estar seguros.

Pues, no han pasado más de siete días de aquellas declaraciones, cuando el nuevo dueño de Opel avisa a los trabajadores de Figueruelas. Tras una visita de los directivos de Magna a la planta zaragozana de Opel. éstos han elogiado los valores de Figueruelas, pero han afirmado que va a haber una reestructuración en el grupo para empezar de cero, para que Opel vuelva a ser rentable. O sea, que esa seguridad de la que hablaba el Ministro de Industria se ha quedado en agua de borrajas, porque el representante de GM España en el comité de Empresa de GM Europa, Pedro Bona, ha dejado traslucir que en Figueruelas habrá un ERE o prejubilaciones ya que “a la hora de reducir plantillas siempre hay fórmulas para hacerlo y provocar el menor daño posible”.

Entonces, ¿por qué el ministro Sebastián echó las campanas al vuelo tras la compra de Opel por Magna, seguramente fruto de un ataque de euforia?. ¿Mediará con Magna para que no haya despidos en la planta aragonesa o, como ya no hay elecciones –por ahora-, dejará a los trabajadores a su suerte?. Nos gustaría una respuesta y, si es positiva, mejor.   

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