Nuestra sociedad necesita un cambio urgente
María Muñoz. España se ha convertido en unos años en el paraíso del aborto, de las mafias de la prostitución, de la droga, de la delincuencia, de la corrupción,…y podía seguir.
A diario podemos comprobar en todos los medios de comunicación que el mal tiene audiencia, por el contrario el bien y la verdad se silencia.
Con este panorama ustedes me dirán ¿que ofrecemos a nuestros jóvenes? Luego decimos que la juventud pasa de todo. ¡Normal!, está asqueada del ejemplo que están dando los que tenían que ser los referentes para ellos. Sí empezamos por los políticos y terminamos por algunos famosos, ya me dirán. Estos señores no sólo tienen que ser buenos profesionales, sino también parecerlo y en este sentido están dejando mucho que desear.
Muy oportunas son las palabras que Benedicto XVI, ha dicho a los jóvenes “que no se dejen atraer por la idolatría del dinero, de los bienes materiales, de la carrera del éxito”, que no cedan “a la lógica del interés egoísta y que se pongan al servicio del bien común y la verdad”.
Tenemos que descubrirles con palabras nuevas y antiguas a la vez, como es el Evangelio, un mundo de felicidad a través de la figura de Cristo y su doctrina. El único y auténtico modelo a seguir.
Por el futuro de nuestros jóvenes, por el futuro de nuestra sociedad, hagámoslo al menos los padres, nadie lo hará por nosotros.