Juan del Junco. El pasado 4 de diciembre, en la sede de la Comisión Europea en Madrid, se reunía la recién creada Academia de la Diplomacia y las Relaciones Internacionales fundada por embajadores de España, para celebrar una sesión académica, en la que se combinaba una vista entrañable al pasado y una esperanza para el futuro.

El pasado reciente de España y de su vida diplomática se volvía actual durante la presentación del libro “Instantes de mi vida”, del embajador Eduardo Peña Abizanda, quien hizo un recorrido por su vida al servicio de España jalonado por una buena dosis de anécdotas y recuerdos de la ‘cara B’ de los momentos vividos en las distintas legaciones en que estuvo destinado. LEER EL LIBRO

Ante la mirada, del director de la Comisión Europea Francisco Fonseca, de la presidenta la Academia, Sofía de Borbón Mateos y su secretario general, Santiago Velo de Antelo, se entregaron las actas que acreditan a los nuevos académicos de la de la Diplomacia. Entre ellos, se encuentran el embajador José Ramón Remacha Tejada, el escritor Alfonso Ussía y el pintor catalán Augusto Ferrer-Dalmau. A partir de ahora, ellos ocupan respectivamente las sillas ‘Marqués de Pozobueno’, ‘Ruiz de Castro y Portugal’ y ‘Pedro de Toledo’.
Además, la Academia de la Diplomacia nombró académicos de número al abogado y empresario Rafael López-Diéguez Gamoneda, experto en la internacionalización de la empresa española; al periodista Fernando De Salas López, quien durante treinta y dos años ha sido rector de la Sociedad de Estudios Internacionales de Madrid; y el doctor Manuel de la Peña Alonso-Araujo, presidente del Instituto Europeo de la Salud, órgano colaborador de la OMS.

Finalmente, mediante su designación como Académicas Correspondientes, se destacó el trabajo de la ministra consejera de la Embajada de Rumanía en Madrid Anamaria Almaçan –quien preside al Asociación de Diplomáticos Extranjeros- y a la directora de Relaciones Institucionales de la revista Diplomacia, Randa Sayeg.