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no habrá más ayudas hasta que no se reestructuren

Obama se planta ante GM y Chrysler

Redacción Madrid. 30 de marzo.

El presidente estadounidense, Barack Obama ha puesto fecha de caducidad a su paciencia con las compañías automovilísticas. Obama confirmó que General Motors (GM) y Chrysler tendrán 60 y 30 días, respectivamente para reestructurarse si quieren seguir recibiendo ayudas públicas en un sector que ya ha dispuesto de 17.400 millones dólares (unos 13.200 millones de euros) de ayudas desde diciembre.

Chrysler ha pedido 5.000 millones de dólares más, mientras que e GM asegura que necesita 16.600 millones de dólares adicionales para desepejar su futuro.El ultimatum, de Obama se produjo después de que el presidente de GM, Rick Wagoner, presentara su dimisión forzado por la Casa Blanca.

 

Obama admitió hoy que "la situación de Chrysler es más difícil" que la de General Motors y afirmó que necesita "un socio para seguir siendo viable", en referencia a Fiat. Si finalmente se cierra el acuerdo con la multinacional italiana, la administración estadounidense estaría dispuesta a aportar 6.000 millones adicionales, unos 4.500 millones de euros.

 

Obama, quien afirmó que la administración no tiene la intención de gestionar General Motors, advirtió que la quiebra no es una opción descartable para ninguna de las dos compañías con el objetivo de acelerar su reestructuración y emerger con más fuerza y dejó claro que, aunque hasta ahora ambas empresas no han hecho lo suficiente para reestructurarse, se les dará una oportunidad más.

 

"No podemos, no debemos y no dejaremos que nuestra industria automovilística simplemente se desvanezca", afirmó

Obama, recordó que los consumidores que adquieran su coche entre el 16 de febrero y finales se beneficiarán de deducciones, una medida con la que esperan registrar un incremento de las ventas de 100.000 vehículos al año. Además, se mostró confiado en que los beneficios para la compra de vehículos más eficientes desde el punto de vista energético fomentarán las ventas en Europa y anunció planes para acelerar la compra de una nueva flota de vehículos por parte de la Administración.

 

Obama, quien afirmó que la política implementada por la Casa Blanca es la mejor forma de asegurar que los coches del futuro se fabriquen en Detroit y la costa oeste de Estados Unidos y conseguir que la industria automovilística estadounidense del siglo XXI sea lo que fue en el siglo XX, destacó además que Canadá ha dado su apoyo a las medidas y anunciará sus propias iniciativas este mismo lunes.

 

Omaba se dirigió directamente a los millones de familias que dependen de la industria del automóvil a las que "no puedo prometerles que no queden mas tiempos dificiles por venir", señaló, tras reconocer que habrá plantas "que no volverán a abrir" "Voy a luchar por ustedes, voy a trabajar por las familias que viven a las sombras de estas plantas", señalo Obama, quien comparó las ayudas a la industria del automóvil con las que se ponen en marcha cuando una comunidad sufre un desastre natural.

 

 

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