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Diario YA


 

se recoge lo que se siembra y que quien siembra vientos recoge tempestades

Oigo Patria tu aflicción...

Pedro Sáez Martínez de Ubago. El pasado 27 de septiembre el Tribunal Europeo de Derechos Humanos informó que ha rechazaba el recurso presentado por el Gobierno español para que la Gran Sala de la Corte reexaminase la sentencia del pasado 15 de marzo, por la que condenó a España a indemnizar con 23.000 euros a Arnaldo Otegi. La Sala que dictó la sentencia señaló que los tribunales españoles habían impuesto a Otegui una condena "desproporcionada", consistente en un año de cárcel por un delito de injurias graves al Rey en 2003 de quien dijo que "es el jefe supremo del Ejército español, es decir, el responsable de los torturadores y quien protege la tortura e impone su régimen monárquico a nuestro pueblo gracias a la tortura y a la violencia".
Este lunes 17 de octubre, en la llamada “conferencia de San Sebastián”,  la exministra noruega Gro Harlem Brundtland, el exprimer ministro irlandés, Berthie Aern, el exministro francés, Pierre Joxe, líder del Sinn Fein, Gerry Adams, y el exjefe de Gabinete de Tony Blair, Jonathan Powell y el exsecretario general de la ONU, Kofi Annan, de la mano de comunistas, separatistas y proetarras españoles como la representante de Geroa Bai, Uxue Barcos, Ainhoa Etxaide (LAB), Unai Sordo (CC.OO.), Aldofo 'Txiki' Muñoz (ELA), Jesús Eguiguren y Carlos Totorika (PSE), Iñigo Urkullu (PNV), Pello Urizar (EA), Oskar Matute (Alternatiba), Rebeka Ubera (Aralar), el cabecilla de Ezker Anitza, Mikel Arana, Rufi Etxeberria y Juan José Petrikorena, han sido recibidos por el diputado general de Gipuzkoa, Martin Garitano, y por el alcalde de San Sebastián, Juan Karlos Izagirre, ambos de Bildu, en las escalinatas de entrada al Palacio de Ayete, levantado en el año 1878 de mano de los duques de Bailén, herederos del General Castaños, vencedor de los franceses en la batalla de Bailén (19 de julio de 1808), donde todos juntos han puesto a España a los pies de los caballos de ETA.
Y pocos días antes, el miércoles 5 de octubre un grupo de eurodiputados encabezado por el presidente del Intergrupo sobre Bienestar Animal de la Eurocámara, Carl Schlyter, remitió una carta al exiguo resto de presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, donde los miembros de la eurocámara expresaban su preocupación acerca de "la crueldad que se ejerce contra los galgos en España".
No creo que estos tres hechos acaecidos en tan poco tiempo necesiten mayores comentarios: A Europa y al mundo les interesa y preocupa más el maltrato de unos bichos que el que un grupo terrorista haya asesinado a casi un millar de españoles, herido a muchos más y causado daños sicológicos a una multitud no cuantificable. Es decir, a los ojos del mundo los españoles valemos menos que los perros: así de claro y así de crudo.
Dicen que se recoge lo que se siembra y que quien siembra vientos recoge tempestades. Algo así le ha ocurrido a España en los últimos siete años de un gobierno socialista que ha tenido por amigos a la Cuba castrista, la Bolivia de Evo Morales, la Venezuela de Hugo Chavez o al Marruecos del “hermano” Mohammed VI y no a gobiernos como el presidido por la “fracasada” Angela Merkel…
Tras esta “conferencia de paz” estamos en una situación parecida a 1713 y el Tratado de Utrecht, donde España renunció a todas sus posesiones europeas y aceptó la humillación de ceder Gibraltar o a 1898 y el Tratado de París, por el que España renunció los restos del imperio de ultramar Cuba, Filipinas, Guam y Puerto Rico.
Con esta pantomima de conferencia de paz, que constituye un atentado, tolerado y consentido por el gobierno español, contra la soberanía nacional se ha reconocido el  triunfo de ETA y del mundo aberzale, como si en España existiera un “conflicto bélico” y no la existencia de una banda de asesinos; y se ha otorgado a ETA la consecución de dos de sus objetivos: primero, en su lenguaje “internacionalizar el conflicto”; y segundo, legitimar la lucha terrorista.
Es un buen momento para que los españoles nos avergoncemos de ser tratados peor que los perros y evoquemos la elegía de Bernardo López García que comienza con el famoso verso “Oigo, Patria, tu aflicción”. Porque la esperanza es lo último que se pierde y si, del desastre de 1898 surgió todo un sentimiento de necesidad de una regeneración total de España, quizá pueda surgir algo parecido de esta infamia de San Sebastián. Del mismo modo que la Elegía heroica al Dos de Mayo termina en toda una exaltación triunfal, que hoy podríamos dedicar a las únicas víctimas, que son las causadas por ETA: “¡Mártires de la lealtad, / que del honor al arrullo / fuisteis de la patria orgullo / y honra de la humanidad, / ¡en la tumba descansad! / que el / valiente pueblo ibero / jura con rostro altanero / que, hasta que España sucumba, / no pisará vuestra tumba / la planta del extranjero!”
PEDRO SÁEZ MARTÍNEZ DE UBAGO