Optemos finalmente por la Cruzada sin olvidar que el Enemigo está cerca y se oculta
Daniel Ponce Alegre.
Teólogo. Diplomado en Seguridad y Defensa.
Con este artículo concluyo la trilogía inicial que he dedicado, tras el Retiro veraniego, y aprovechando el 900º Aniversario de la Fundación de la Orden del Temple, a comprender y hacer nuestra en la actualidad la vida cristiana de Cruzada.
La vida religiosa de todo Cruzado, ya fuera Templario, Hospitalario o de la Orden de Santiago, daba comienzo con una sencilla, y a la vez Solemne, Ceremonia de Iniciación.
En el caso de la Orden del Temple, esta Ceremonia se convirtió, en sus últimos años, en un elemento de extraordinaria importancia pues fue objeto de especial análisis por parte de los miembros del Tribunal del Santo Oficio, y que por circunstancias que analizaré, Dios mediante, en un futuro artículo, acabó en la Bula de supresión de la Orden del Temple " Vox in Excelso " que se firmó y fechó el 22 de marzo de 1312 en presencia del Papa Clemente V, del rey de Francia Felipe y de su hijo el rey de Navarra.
El historiador, y gran investigador de la Orden del Temple y del Periodo de las Cruzadas, Jules Michelet reproduce lo que podríamos considerar una Ceremonia típica y normal de Iniciación para la Vida de Cruzada.
En el interrogatorio celebrado el 13 de enero de 1311, ante un Tribunal que jamás usó la tortura como instrumento de obtención de información de sus hermanos en la Fe, el Templario Gerard de Caux explica que en la Fiesta de San Pedro y San Pablo de 1298, él fue iniciado en la Casa del Temple en Cahors. La Iniciación fue dirigida por el Maestre Provincial y Caballero Fray Guigue Adémar, en presencia de numerosos templarios, hermanos y familiares ( no en un lugar secreto tipo logia masónica o de iniciación gnóstica reservado para unos pocos iniciados ).
La ceremonia, como era habitual en la Tradición del Temple y en toda la Tradición Monástica se celebró de noche, en Vigilia, a primera hora del día. El testimonio del hermano Gerard, por su falta de truculencia, característica de los ritos iniciáticos gnósticos y judeocabalísticos de la época ofrece signos suficientes de credibilidad.
El Proceso de Iniciación era el siguiente:
El Postulante es conducido a una pequeña antecámara contigua a la Capilla del Monasterio o Convento y dos caballeros se presentan ante él:
¿ Buscas la Cruzada y la Compañía de la Orden, y participar en sus obras y acciones espirituales y temporales, con la ayuda de nuestro Señor Jesucristo para Gloria de Dios Padre y de su Iglesia ?.
Tras la respuesta afirmativa del Postulante, el hermano prosigue diciendo:
Buscas lo que es Grande. Nos ves con hermosos hábitos, con hermosas monturas y perfectamente equipados pero debes tener en cuenta que si deseas vivir a este lado del mar, serás llevado a Ultramar; si deseas dormir tendrás que levantarte y caminar hambriento si deseas comer; y no olvidar que más que contra carne y sangre nuestra milicia es contra las fuerzas espirituales malignas de los lugares celestiales; que tras esas fuerzas y sus obras en este mundo está Su Padre, el Padre de la Mentira y de la Muerte, el Diablo. ¿ Aguantarás todo esto con la ayuda de Cristo Rey por el Honor de Dios Padre y la salvación de la Iglesia y de tu alma ?.
Ante la nueva respuesta afirmativa del Postulante el hermano continúa:
¿ Crees en la Fe Católica y en que por medio de esta Ceremonia de Iniciación sirves a la Iglesia de Roma frente a todas las restantes sectas cristianas - cismáticas y las filosofías gnóstico-paganas de este mundo ?.
Tras la tercera respuesta afirmativa el Postulante se retira y bajo Oración, en la Capilla, pide a Su Señor y Rey Jesucristo el poder para dar el paso, soportar las pruebas y seguir con la Cruzada. Los hermanos van a por el Postulante y de nuevo le preguntan si persiste en su demanda de ser Cruzado y miembro de la Orden. Si es el caso se informa al Maestre y el Postulante se arrodilla ante él, y ante toda la Comunidad Espiritual, para hacerle la siguiente petición:
Señor, hemos venido ante vos y ante los hermanos que están con vos para solicitar la compañía de la Orden en Presencia del Señor y Rey Eternos, y de Su Hijo Jesucristo.
El Maestre continúa:
Debéis jurar que protegeréis a la Iglesia y a vuestros hermanos, y que defenderéis todo santo lugar y nación cristianas frente a las mentiras y maldades de este mundo bajo Satanás, en el nombre de Jesucristo, y que no lo haréis por vuestra voluntad o ganancia de bienes y gloria. Os recibimos a vosotros, a vuestros padres y a aquellos de los vuestros que deseen participar en la Obra Espiritual de la Orden.
Los postulantes se incorporan, los hermanos los besan, dan gloria a Dios cantando el Salmo " Ecce quam bonum " ( He aquí lo Bueno ) y se recita la Oración del Espíritu Santo.
El ya hermano Cruzado, por decisión y voluntad propia, se retira, ora, duerme e inicia su nueva vida cristiana, una vida de compromiso Cruzado que le lleva a una Guerra Santa contra el Mal y sus manifestaciones: religiones falsas, prácticas idolátricas perversas, filosofías esotéricas y gnósticas, y formas de gobierno que anulan al ser humano como hijo de Dios, y que en la actualidad se manifiestan en el comunismo, el socialismo, el nacionalismo y las ideologías de género o control demográfico como la LGTBI, el aborto, la eutanasia y la repugnante inmoralidad de los vientres de alquiler que en estos momentos ataca especialmente a España procedente del Gobierno nacionalista y judeomasónico de Ucrania que ha corrompido a todo un pueblo.
Esta va a ser nuestra Cruzada hasta la Vuelta del Señor Jesucristo como Rey y Juez Eterno. Amén.